Los concejos de El Franco y Tapia comparten en días festivos un único equipo médico de guardia que atiende en el centro de salud tapiego y que se desplaza en caso de necesidad hasta los domicilios de los enfermos. El problema es que estos desplazamientos pueden prolongarse en exceso, como ocurrió el pasado lunes, cuando más de una decena de personas esperaron durante tres horas la llegada del equipo médico. Uno de esos pacientes a la espera, Marino Iglesias, presentó ayer una queja formal en el centro de salud de La Caridad para denunciar esta "historia de vergüenza".
Cuando reciben un aviso de urgencia y se les requiere en un domicilio, el enfermero y el médico que integran el equipo se marchan del centro de salud informando de la razón de su ausencia mediante una nota en la puerta del ambulatorio, que queda cerrado. El problema es que los pacientes deben esperar en la calle sin tener un lugar donde cobijarse y sin que nadie les informe de cuánto tiempo deberán esperar.
El pasado lunes, el equipo salió a las 9.30 y no regresó a Tapia hasta las 12.40, para indignación de los usuarios. Iglesias explica que, entre la gente que se marchó por la espera y los que aguardaron la llegada del médico, debieron de pasar por el centro de salud entre quince y veinte personas. "Había de todo, desde niños a personas mayores en silla de ruedas. Todos en la calle y muertos de frío", añade este paciente, que deja claro que no es una queja contra los profesionales sanitarios sino referida a la gestión de los servicios.
Cuenta este usuario que, ante la tardanza del personal, tanto él como otra persona de las que hacían cola en la puerta decidieron realizar llamadas al 112 para notificar la situación. Explica que la respuesta fue muy amable, pero no pudieron hacer "nada más que entender nuestro cabreo" e indicar la hora estimada de regreso de los sanitarios. Iglesias considera que "no es de recibo" que haya un solo médico para dos concejos y para cubrir los desplazamientos a los domicilios. Además, lamenta el trato que se dispensa a la gente y la imagen que ofrece "el tan cacareado magnífico sistema de salud asturiano".
