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Luarca desvela el tesoro de La Atalaya

El arqueólogo Valentín Álvarez destapa la singularidad del paisaje cultural de la zona, con lugares emblemáticos y elementos defensivos históricos

Valentín Álvarez con los paneles que narran la historia de Luarca. A. M. SERRANO

La zona de La Atalaya de Luarca esconde secretos. El arqueólogo y especialista en patrimonio bélico Valentín Álvarez está estudiando los elementos reseñables del conjunto, algunos tan emblemáticos como la Mesa de mareantes y los emplazamientos defensivos. Es un paisaje cultural hasta ahora desconocido y poco señalizado, carente de una valoración social acorde con su relevancia para la historia local.

Como anécdota, ahora se sabe que los 14 episodios que narran la historia de Luarca en las representaciones de la Mesa de Mareantes tenían en origen otros dos más que no llegaron a instalarse. Se trataba de uno dedicado al científico luarqués Severo Ochoa, premio Nobel de Medicina en 1959, y otro que hacía alusión a la romería de San Timoteo. Dice Valentín Álvarez que estos paneles, instalados entre 1955 y 1959, estaban muy influenciados por su ideólogo, Jesús Evaristo Casariego. " Cuentan una historia interesada cargada de resonancias míticas y basada en episodios históricos que, en algún caso, o no sucedieron realmente o no participaron en ellos personajes luarqueses", afirma. Álvarez sostiene que para entender este monumento "hay que interpretarlo a partir de los ideales políticos del momento, pues en ellos se ven claramente la influencia del tradicionalismo y del nacional-catolicismo, las tendencias ideológicas predominantes en la época".

"Todo esto es un referente para la gente del pueblo, tiene una simbología, es un paisaje cultural porque hay una concentración de elementos destacada", añade Álvarez. Y no todo lo que se cuenta en la calle sobre este monumento es verdad. "Se trata de un proyecto inconcluso. Es una historia singular porque este proyecto, promovido y desarrollado por un grupo de luarqueses, entra en conflicto con el primer Festival de la Vaqueirada, un encuentro ideado y patrocinado por el Ayuntamiento valdesano", señala Álvarez.

El proyecto que lidera este luarqués también tiene que ver con la recuperación de elementos históricos. Próximamente se restaurarán dos cañones del Muelle y unos paneles identificarán estas piezas de artillería de los siglos XVI y XVII. Más adelante está previsto señalizar la batería de costa emplazada bajo el faro y el castro de Castiel.

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