Una pócima mágica para el Sporting que le mantenga en Primera fue el deseo de los Reyes Magos para Gijón. Era el emotivo remate a una cabalgata que recorrió casi cinco kilómetros y en la que los monarcas de Oriente estuvieron acompañados de un séquito de mil personas, siete carrozas y millares y millares de gijoneses siguiéndoles. El baño de multitudes fue ya por la mañana, con su paseo en camello.