Fiesta para enmascarar el mucho frío que hizo ayer en el Suroccidente. Y nunca mejor dicho. Porque "Os Reises", los enmascarados del invierno asturiano, ayudaron a caldear el ambiente a su paso por la comarca del Valledor (Allande), por los pueblos de Villalaín, San Salvador y Fonteta. Al son del tambor, la gaita y la flauta recorrieron una por una las casas donde sus anfitriones les esperaban preparados con comida, dulces y vino para apaciguar a los traviesos personajes.

Las trastadas fueron muchas. El Choqueiro, encargado de abrir paso a la comitiva, fue quitando los gorros de lana a buena parte de los asistentes y colocándolos en ventanas o ramas de árboles. Mientras que la Cardadora revisaba sus cabezas para comprobar que no hubiese piojos. Abrazos y besos repartieron "los guapos" que compensaban los sustos que daban la Basoira y el Ródalo.

A pesar de todo, los vecinos están contentos de recibir en sus casas a "Os Reises", que llevan recorriendo la zona desde 2009 cuando "Vezos Astures" y el estudioso de la tradición Xosé Ambás recuperaron la costumbre que luego ha seguido la asociación cultural "Amigos de Fonteta".

"Los pueblos no están muertos y tienen que seguir para adelante; Asturias rural es la Asturias de verdad y todo lo demás un invento contemporáneo", clamó una de las "madamas" de la comparsa. El personaje del "Maragato" incidió en la importancia de recuperar las tradiciones y asegura que "los vecinos están encantados, sobre todo los mayores".

De hecho, muchos que no tienen su residencia habitual en el pueblo abren las puertas de sus casas para recibir a la mascarada. "Venimos para que el pueblo esté vivo, 'Os Reises' traen alegría y es la última fiesta de la Navidad", apuntó Martina Arandojo en San Salvador. En Villalaín, una familia de Madrid con raíces en el pueblo decidió por primera vez abrir su casa. "Es una tradición muy bonita y queríamos estar aquí para recibir a la mascarada y que se vea que Villalaín también tiene vida", explicó Marina Muñiz.

Desde toda Asturias acudieron espectadores. De los Oscos llegó un grupo que llevaba un tiempo queriendo disfrutar de esta tradición de invierno. "Los vezos y las costumbres son una seña de identidad y lo que hace que sigamos siendo nosotros en este mundo tan global, así que recuperar esta parte es un mérito", apuntó Vanesa Pérez. Desde Infiesto se acercaron José Luis Corte y Chelo Álvarez, que salieron de su casa a las 7.30 horas para disfrutar de la fiesta y no se arrepintieron. "Es fabuloso, es una tradición muy ligada a la zona y se ve todo en armonía, no es lo mismo ver una representación en el centro de Oviedo que poder disfrutarlo en su entorno, el conjunto lo hace precioso". La mascarada finalizó en Fonteta con una comida. La idea de los organizadores para el próximo año es poder incorporar a los niños de la zona.

En la parroquia de Tormaleo (Ibias) "Os Reises" también salieron a pedir el aguinaldo por los pueblos En este caso, la mascarada ya cuenta desde hace unos años con la ayuda de los niños ayer no faltaron. Además de la alegría, la mascarada de Tormaleo tiene su lado reivindicativo y ha recordado con una pancarta la situación de la explotación minera de cielo abierto abandonada, para la que exigen su restauración.