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Vocación sobre ruedas en Luarca

"Siempre me gustó todo lo que tiene que ver con los vehículos", dice Alberto García, alumno de FP y ganador de un concurso regional de tecnología del motor

Alberto García Castrillón, en el aula de motores del Instituto Carmen y Severo Ochoa de Valdés. A. M. SERRANO

Alberto García Castrillón tiene 18 años y una gran pasión: el mundo del motor. Cursa el grado medio en electromecánica de vehículos en el Instituto Carmen y Severo Ochoa de Luarca y es el ganador del primer Concurso Autonómico Asturias "Skill" de Tecnología del Automóvil, algo así como las olimpiadas regionales de esta modalidad de Formación Profesional. "Siempre me gustó esto. Desde niño. No recuerdo la primera vez que vi un motor, pero sí que me ilusionaba todo lo que tiene que ver con los vehículos", destaca.

El concurso regional reunió a 15 alumnos de distintos concejos. Pese a que Alberto García cursa el primer curso logró el primer puesto en un concurso que puso a prueba sus conocimientos con ejercicios muy concretos.

Ganó por la ejecución y por el poco tiempo en el que tardó en resolver los problemas. "No sé qué hacían los otros, porque pasábamos de una sala a otra para hacer los ejercicios. Yo me concentré en lo mío", confiesa este joven de carácter tranquilo.

El aventajado alumno superó en tiempo y forma todas la pruebas, a saber: desmontar unas pastillas de frenos, comprobar las señales de distintos componentes de un sistema de inyección electrónica con osciloscopio, desmontar y montar un amortiguador, realizar la puesta a punto de la distribución de un motor, verificar el circuito de arranque y comprobar la ovalización y conicidad de un cilindro. "Estos concursos te hacen seguir adelante y son un empujón. Yo no esperaba ganar", confiesa.

Detrás de esta prueba hay trabajo y pasión por hacer las cosas bien. El alumno luarqués considera que tener vocación por un oficio "es un privilegio". A él no sólo le sirve para lograr buenas notas o ganar concurso. También para encontrar a trabajo. A sus 18 años emplea sus tardes en un taller, donde ofrece asistencia técnica a un equipo de rallies. Dice su profesor, Javier Cajide, que éste es el secreto del éxito. "Si un alumno experimenta y pone en práctica la teoría, tiene mucho trabajo hecho", dice Cajide.

"Alberto García tiene habilidad y muestra mucho interés, algo básico para triunfar", añade el profesor. El alumno ganador del concurso comparte clase con otros 20 estudiantes de entre 18 y 38 años. El ciclo que estudia tiene mucha salida profesional. Al acabar, después de dos años, los alumnos hacen prácticas en empresas. "Y es raro que no se queden en plantilla", dice Cajide.

Alberto García volverá a medir sus capacidades y conocimientos en una prueba nacional que se celebrará entre el uno y el cuatro de marzo. El departamento de electromecánica luarqués está haciendo un gran esfuerzo por lograr el primer puesto, ya que los alumnos del resto de las autonomías son de cursos más avanzados. Un jurado profesional del sector se encargará de dictar sentencia. Si hay suerte, el concurso continuará, esta vez a escala internacional, en Abu Dabi.

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