Tineo rindió ayer homenaje a un "hombre bueno": Cándido García. El sacerdote que fue párroco en el concejo durante 44 años volvió a ser protagonista casi dos meses después de su muerte. El pueblo de Tineo y el arzobispado de Oviedo quisieron recordar su vida y sus buenas acciones con una misa y una placa que cuelga en el iglesia San Pedro de Tineo. "La parroquia de Tineo, a don Cándido García Tomás, alma caritativa y entregada", reza la inscripción que ya forma parte del templo donde tantas veces ofreció misa el difunto.

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, se desplazó a Tineo en la fría mañana de ayer para oficiar la misa dominical. Y recordó la vida y andanzas, siempre entregadas, de Cándido García. "En el hospital le pregunté si su cuerpo no le había dado señales de que algo iba mal. Me dijo: 'Sí lo hizo, pero estamos a escasas semanas de celebrar Difuntos y Todos los Santos y y primero me debo entregar a mi gente, después ya me ocuparé de mí'. No le dio tiempo a hacerlo", dijo ayer Sanz en una misa que siguieron más de 150 personas.

Al sentido homenaje no faltaron sus familiares. Su sobrina, Selina García, la misma que vivió durante 23 años con él, recordó al cura como un hombre "comprometido" "Sólo puedo recordarle como una persona buena", dijo.

Cándido García Tomás era oriundo de Zardón (Cangas del Onís) e hizo patria en Tineo. Se implicó en los asuntos vecinales con el único objetivo de mejorar la calidad de vida de sus paisanos. Alfonso Pereira y Emilio Fernández, compañeros de estudio de Seminario y de Oviedo y Gijón, respectivamente, no dudaron en ensalzar las virtudes del fallecido. "Siempre estaba pensando en Tineo, en mejorar la zona rural. No hay gente así", dijo el primero. "Era recto, recio y muy fiel a sus principios", añadió el segundo.

El sacerdote jubilado y antes párroco de Somiedo, Saturnino Fernández, también quiso homenajear con sus palabras a Cándido. "Fue el mejor compañero, un hombre animado que quería convivir, comprender y luchar por los pueblos", dijo.

Al final de la misa, un sonoro aplauso siguió al descubrimiento de la placa que recordará para siempre a Cándido García Tomas y su entrega al pueblo de Tineo. "Es justo recordar a quien ha sido importante para nosotros", dijo Jesús Sanz, muy emocionado por la pérdida del sacerdote, el cura del Oriente que hizo del Occidente su bandera.