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El consultorio occidental

La llave para una vida sana está en la felicidad

"Ser agradecido y generoso son cualidades que favorecen vivir más años", asegura el catedrático José Antonio Flórez Lozano

José Antonio Flórez Lozano, en Jarrio. G. García

No hay mejor pastilla que un pensamiento positivo al despertarse, una taza de buen humor para desayunar y una sonrisa con la que afrontar un nuevo día. "La vida, estar aquí cada mañana, es un tesoro. Hay que aprovecharlo", afirma José Antonio Flórez Lozano. Para este catedrático de Ciencias de la Conducta de la Universidad de Oviedo, la salud y la felicidad están íntimamente ligadas. El secreto para la longevidad, sostiene, parte de mantener "una vida sencilla, con positividad, serenidad y tranquilidad", un cóctel que ofrece al organismo sustancias beneficiosas que parten desde el cerebro y que evitan que lo tóxico se expanda. Eso sí, es algo que precisa trabajo: "Lo difícil es la felicidad, lo fácil es el sofá", asevera.

El médico y profesor se encuentra realizando una serie de conferencias por la comarca, en las que habla, desde el humor y la sabiduría, de las claves para llevar una vida feliz y longeva.

"La felicidad es un poderoso fármaco. No se compra, y no se vende, pero tiene un gran efecto terapéutico", advierte el doctor, que ha realizado estudios con personas que han llegado al siglo de vida y ha llegado a la conclusión de que esa felicidad es una de las claves de la longevidad. "Esas personas son tranquilas, sencillas, con sentido común y del humor. Son personas que consiguen sensaciones placenteras en el cerebro, que genera una onda terapéutica que afecta positivamente a órganos y sistemas, como el inmunitario y el cardiovascular", explica Flórez.

El catedrático señala que en la sociedad actual, de consumo y dominada por el vértigo, "tiene más peso lo que tenemos que lo que somos". Por eso llama a "ser más, no a tener más". Esa felicidad saludable tiene que ver, en su opinión, con ser amables, cordiales, positivos, bondadosos; tiene que ver con el crecimiento personal; y tiene que ver también con hacer felices a los demás. "Ser agradecido, generoso, es una cualidad que favorece vivir más, y de forma más saludable", asevera.

Todo ello tiene una argumentación científica, en relación con las sustancias que segrega el organismo en las diferentes circunstancias. Así, los momentos de placer, de serenidad, inundan el cuerpo humano de serotonina, "la hormona del bienestar". Por contra, los episodios de crispación, estrés y mal humor, llevan a producir cortisol, "con lo que nos estamos autointoxicando", dice.

La risa es otro aliado en la búsqueda de la felicidad y la longevidad. "Un día sin sonreír es un día perdido. Ayuda a bajar los niveles de colesterol, aumenta la capacidad del sistema inmunitario, y combate la depresión", remarca Flórez Lozano, quien añade que "no hay mejor medicina que un pensamiento positivo". Aconseja valorar cada momento, encontrar un sentido a la vida, con alguien a quien querer y algo por lo que luchar, y apreciar lo que se tiene.

En conclusión, Flórez Lozano anima a poner en marcha la espiral de felicidad. Pensar de manera positiva lleva a una mayor eficacia en la solución de problemas, a aumentar la confianza en uno mismo y a potenciar el sentido del humor, lo que repercute en armonía y paz. Por otro lado, se controla mejor la tensión arterial, el ritmo cardíaco, y se reducen los procesos inflamatorios, aportando "ladrillos" para disfrutar de una vida longeva y apacible.

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