El Museo del Vino de Cangas del Narcea despidió ayer a su directora desde hace tres años y medio, Carolina Pelaz, que hoy mismo inicia un nuevo proyecto profesional en el programa europeo "Arches", cuyo objetivo es hacer que el arte sea accesible a personas con discapacidades como la visual o auditiva. Para ello, Pelaz se trasladará a Oviedo, al Museo de Bellas Artes de Asturias, que participa en el proyecto junto con otros museos del resto del país y de Europa.

"Fue una decisión dura, porque me da mucha pena irme de Cangas, pero participar en el proyecto sobre accesibilidad en museos, "Arches", es una oportunidad", confiesa la ya exdirectora del Museo del Vino.

Pelaz llegó a Cangas del Narcea a inicios del verano de 2013 para hacerse cargo del museo, después de superar el examen convocado por el Ayuntamiento para cubrir el puesto. Ahora, echa la vista a atrás y destaca la mejoría que ha experimentado el centro en los últimos años. "Cada vez recibimos más visitantes y se nota, sobre todo, en la fiesta de la vendimia", relata Carolina Pelaz, que asegura que el número de visitantes al museo se ha incrementado en 1.000 personas anualmente.

"También aumentaron las actividades paralelas organizadas por nosotros, se celebraron ciclos de cine, visitas con motivo del Día Internacional de los Museos, en Semana Santa, así como, talleres dirigidos a escolares", repasa.

Todo ello, explica, fue posible gracias a la colaboración que se encontró en el Ayuntamiento, en los vecinos de Santiso -donde está ubicado el museo-, así como en entidades y empresas privadas. "Todo el mundo ha arrimado el hombro para que lo que organizaba contase con colaboración, y es de agradecer", apunta Carolina Pelaz, que se queda, especialmente, con la ayuda prestada por los vecinos del barrio bodeguero, "que recibían con ilusión cada proyecto y no dudaban en echarme una mano", subraya.

A partir de ahora espera que la nueva etapa que se abre para el complejo museístico suponga que siga evolucionando y organizando actividades, y así lo cree porque asevera que "no se trata del proyecto de una sola persona, sino de todo un concejo, lo que implica a diversos agentes de la sociedad y lo convierte en un proyecto comunitario". En este sentido, recuerda que el Museo del Vino conserva piezas "propiedad del pueblo y que reflejan sus costumbres y tradiciones".

Pelaz se va, pero deja huella: aparte de su labor, en próximas fechas verá la luz un libro sobre el vino cangués al que aportó los textos y que cuenta con la colaboración del dibujante Neto.

El museo mantendrá sus puertas abiertas en el horario habitual de miércoles a sábado, de 11.00 a 14.00 y de 16.00 a 18.00 horas, y los domingos, de 11.00 a 14.00 horas, a cargo de un guía turístico de la oficina de Turismo hasta que se contrate al nuevo director que saldrá de la bolsa de trabajo elaborada a raíz de la prueba de oposición realizada en 2013.