Navia ha logrado recuperar el corazón del comercio en la villa, la plaza de abastos. Con la reciente adjudicación de los dos únicos locales disponibles, este espacio, situado en el centro mismo de la localidad, volverá a estar completamente lleno. Atrás quedaron los años en los que los únicos que daban servicio en la plaza eran una pescadería, una carnicería y una frutería. Una remozada imagen, mejoras en el interior de los puestos y las recién instaladas señales con la situación de este mercado son algunas de las actuaciones llevadas a cabo desde el Ayuntamiento para revitalizar un punto de compra con mucha tradición entre los naviegos. Y han dado resultado.
Víctor Manuel Méndez, con un establecimiento dedicado a los congelados, y Angharad López, con un negocio de venta de productos específicos para las personas celiacas, son los nuevos inquilinos de la plaza naviega. Aportarán un canon de 300 y 600 euros al año, respectivamente, tal y como informa el "Boletín Oficial del Principado de Asturias" (BOPA). El precio varía en función del espacio que ocupan, e incluye el alquiler del local y otros gastos, como los del saneamiento. Estos días ya están acometiendo las obras precisas para abrir cuanto antes sus negocios.
La plaza de abastos naviega supera las tres décadas de vida. Desde hace un lustro, da cabida a establecimientos fuera del ámbito de la alimentación, una medida que ha generado nuevas oportunidades. Así, en ella se pueden encontrar un zapatero, una modista y un local de venta de productos de medicina alternativa.
"Instalarse en la plaza de abastos es una oportunidad muy buena para los que quieren montar un comercio, sobre todo por el precio, que es casi simbólico. Con lo que se paga aquí en un año, en los locales del resto de la villa son dos o tres mensualidades", defiende Rita Irusta, edil de Comercio, que también apunta a la "dificultad" que entraña volver a llenar de vida este céntrico punto de venta. "Después de tantos años sin actividad, cuesta volver a convencer al ciudadano a que visite y compre en la plaza de abastos, pero las sensaciones de los comerciantes son optimistas: ya se ve a más personas que entran, miran y se interesan".
El equipo de gobierno socialista se volcó desde que llegó al poder, en 2007, en recuperar este espacio, que estaba "medio muerto" y "muy deteriorado", apunta Irusta. Por ello se han llevado a cabo varias remodelaciones, con una importante inversión para evitar las goteras que, durante años, sufrían los locales, al filtrarse el agua desde el espacio urbano superior. En los últimos meses se ha aplicado una capa de pintura, que hace más atractivo el edificio, y recientemente se han instalado por todo Navia señales que indican la situación de la plaza. Los comerciantes también han puesto de su parte, al ir cambiando los cierres metálicos por cristaleras, haciendo más atractivo el interior del complejo comercial.
"En el equipo de gobierno esperamos y deseamos que estos nuevos emprendedores tengan éxito y mucha suerte", asegura Rita Irusta, que incide en que el interés ha sido llenar los locales con puestos diferentes, "para que no fuese algo repetitivo". Además, la concejala se muestra confiada en que "las plazas de abastos tienen que funcionar en este tipo de villas, son el corazón comercial", gracias al buen trato y a la fidelidad de los clientes, sus principales armas contra las grandes superficies.
