La Guardia Civil acudió esta mañana temprano a casa del ganadero de Talarén, en Navia, para vigilar la retirada de sus vacas, después de que ayer el hombre se encerrase durante siete horas, armado con una pala de dientes, para evitar que se las quitaran.

El Principado ha dado orden de incautarle los animales por desatención. A la casa acudieron miembros de la Consejería de Desarrollo Rural y una patrulla de la Guardia Civil. El camión dio varios viajes para llevarse las 18 vacas, en mal estado.

El ganadero, de 59 años, se encuentra ingresado después de ser trasladado ayer por la tarde al hospital, una vez que fue convencido de abandonar su encierro, ya que se encontraba muy nervioso. El hombre, con problemas económicos y con buena fama entre sus vecinos, que destacan su bonhomía, permanece ingresado.