El actor gallego Mario Casas se llevó dos regalos de Taramundi: una navaja con su nombre grabado y unas hogazas de pan que le hicieron "especial ilusión" y que pensaba llevar a su madre. Y es que, durante las dos semanas del rodaje de "Bajo la piel de lobo" en la comarca occidental, el popular intérprete estuvo alojado en el concejo taramundés, donde disfrutó especialmente de la tranquilidad y de cierta intimidad. "Mario fue Mario aquí, comentaba el equipo, pues según parece en otros sitios está más presionado y aquí se le vio más relajado y cómodo", precisa el gerente del hotel rural La Rectoral, Jesús Mier.
"Se marcharon encantados, con pena, porque fueron quince días muy intensos, pero estuvieron muy a gusto", añade Mier, que aprovechó los ratos libres del equipo para enseñarles algunos de los rincones del concejo. El sábado 25 de marzo, día de descanso, se les organizó una espicha en el lagar de Solleiro y tuvieron la oportunidad de probar la sidra del mismo nombre, la única que se elabora en la comarca noroccidental. "Escanció y tomó sidra como un campeón, hasta se atrevió a echar un culete", dicen los testigos.
El responsable de Sidra Solleiro, José Antonio Lorido, les hizo una visita guiada al lagar y después celebraron la espicha en su sidrería, donde el equipo dio buena cuenta de un tonel de 100 litros de sidra. La misma que también degustaron en los bares del concejo durante el fin de semana, cuando se mezclaron con los parroquianos como "unos turistas más". En este sentido, el Alcalde de Taramundi, César Villabrille, explica que los profesionales estaban satisfechos con la tranquilidad lograda en la zona: "Disfrutaron del pueblo con toda la intimidad del mundo".
Los hosteleros de la comarca se fueron turnando para dar de comer y atender al equipo. Lo sabe bien el panadero grandalés Adrián Castaño que durante el rodaje en Argul (Pesoz), preparó el picnic de mediodía a base de bocadillos elaborados en el bar grandalés "Francisquín" con el producto de panadería "Casariego". "Quedaron a gusto con la comida, además les sobró", reconoce Castaño. Las cantidades que se sirven en las comidas de la zona, añade Mier, también dejaron sorprendidos a los integrantes del rodaje, que dieron buena cuenta de los manjares locales.
Al equipo del director Samu Fuentes le llamó la atención por encima de todo la gran "colaboración ciudadana" que encontraron en la comarca. Explica el Alcalde de Santa Eulalia, Marcos Niño, que el director lo destacó en el breve discurso de despedida que dio el pasado viernes, en la fiesta de fin de rodaje. La celebración se desarrolló en el mesón La Cerca de la capital santallesa y se prolongó hasta altas horas de la madrugada.
Niño explica que los vecinos se volcaron para dar salida a las más dispares peticiones del equipo. Entre ellas, la elaboración de unas cruces de hierro para el cementerio que se recreó junto a la capilla de Quintá. Para todos el balance fue muy positivo.
