"Fue una experiencia extraordinaria para todos y el balance es muy positivo", resume el alcalde de Santa Eulalia, Marcos Niño, sobre las dos intensas semanas en las que el rodaje de la película "Bajo la piel de lobo" alteró la tranquila vida de los concejos de Santa Eulalia de Oscos, Taramundi, Pesoz y Villayón. Políticos y empresarios de la zona destacan la promoción que la cinta está haciendo del entorno y confían en que sea un éxito de taquilla para lograr mayor repercusión.
"Este rodaje fue un ejemplo de las muchas maneras de generar actividad en el medio rural. Esto nos ha repercutido por los días que el equipo ha estado aquí, pero también por la promoción en los medios y ahora esperemos que la película triunfe", añade el regidor santallés. Destaca además la actitud "cariñosa y comprometida con el medio" de los integrantes del rodaje.
En términos similares se expresa el alcalde de Taramundi, César Villabrille, encantado con que su concejo diera alojamiento a los actores del rodaje: "Hubo mucho ambiente en el pueblo y nos dio gusto tener por aquí a los actores, a la gente le prestó mucho porque además se dejaron ver por el pueblo".
El regidor espera que la película "sea un bombazo", aunque indica que ya solo en estos días de rodaje la repercusión mediática fue muy importante. También, Jesús Mier, presidente del colectivo "Turismo Taramundi", hace hincapié en la importancia de que "la película sea buena y sirva para dar a conocer la zona".
También la alcaldesa de Villayón, Estefanía González, confía en la repercusión futura que la cinta puede provocar para toda la zona. En suelo de Villayón se rodaron escenas en las cascadas de Oneta y en la cueva del Pímpano y, asegura la regidora, que los vecinos de Busmente, pueblo más cercano a la cueva, ya están notando el aumento de curiosos en este punto poco conocido, pero de gran belleza, que cautivó al director Samu Fuentes.
