Al gobierno franquino se le ha agotado la paciencia con los vecinos que no recogen los excrementos de sus mascotas, de ahí que hayan decidido aplicar al pie de la letra la normativa y empezar a imponer sanciones de 80 euros. "Esto se está convirtiendo en un problema serio y ya está bien. Estamos hartos de que algunas personas no miren por el pueblo, así que se va a empezar a multar de verdad", explica la concejala de Cultura y Turismo, Victoria Zarcero.
En verano del año pasado entró en vigor el Reglamento regulador de la protección y tenencia de animales de compañía, donde se estipulaba como infracción leve la de no recoger los excrementos del animal por parte de las personas que lo conducen. Estas infracciones leves están penadas con multas de 80 euros. Además, tres infracciones leves se convierten en una grave, lo que supone una multa de 150 euros.
Zarcero explica que inicialmente se pusieron carteles de concienciación animando a la recogida de los excrementos, pero la baja efectividad de la medida llevó al ejecutivo local a poner en marcha esta segunda campaña que acaba de entrar en vigor. Se colocarán carteles explicando la normativa y advirtiendo de las multas.
Los carteles dicen en letras bien grandes "No es tan difícil. ¡Recógelas!". Incluyen además un texto en el que se exponen siete razones por las que es obligado la recogida de las cacas: son un foco de infecciones, entorpecen la limpieza viaria, producen mal olor, debemos concienciar a los más pequeños sobre la importancia de la convivencia entre todos, dan una mala imagen, no hacerlo es una muestra de incivismo y hacerlo es una muestra de cariño a las mascotas.
Zarcero indica que hay algunos puntos de la capital franquina donde la situación "es impresionante". En concreto, señala la zona verde del complejo cultural As Quintas, el camino al colegio público Jesús Álvarez Valdés o el parque María Cristina, especialmente la parte de la pista de fútbol. Los carteles de esta campaña tendrán especial presencia en estas zonas, donde se vigilará que los propietarios de canes cumplan con la normativa.
"El objetivo de la campaña es concienciar de que el pueblo es de todos y hay que cuidarlo, y llegar a toda la población. La ponemos en marcha este mes y vamos a ver si sirve de algo", añade la concejala, quien constata el malestar que esta situación está provocando en el resto del vecindario. "Mucha gente nos demanda que hagamos algo porque el asunto es serio", añade.
El Franco no es el único municipio que busca soluciones para obligar a todos los propietarios de mascotas a recoger los excrementos. En el vecino municipio de Tapia también se colocaron diferentes carteles en las calles del pueblo, pero la situación sigue siendo similar.
