"Lo que más me sorprende es la cantidad de gente que va a las funciones y creo que el teatro ha hecho una labor educativa importante en la sociedad", señala el director del instituto Elisa y Luis Villamil, Javier Santos, al respecto de los Encuentros teatrales que el centro, a través del Departamento de Actividades Extraescolares, promueve desde hace veinte años. El próximo jueves la cita recibirá el XIX premio Vegadense del año, un reconocimiento de la Asociación Amigos de Vegadeo y su concejo a aquellas personas o entidades que trabajan en la defensa y promoción del municipio.
La iniciativa nació en el curso 1997-1998 de la mano de las docentes Margarita Sarille y Patricia Reguera, que al curso siguiente se marcharon del centro quedando al frente Chus Millares. Cuenta esta última que los "Encuentros teatrales Elisa y Luis Villamil" nacieron con el objetivo de abrir el instituto a la sociedad, un cometido que siguen cumpliendo a la perfección dos décadas después. "Al principio fue difícil porque la gente no estaba acostumbrada, me acuerdo que cuando reuníamos a cincuenta personas nos frotábamos las manos. Después la gente se fue acostumbrado y recuerdo funciones en las que había gente de pie o sentada por los pasillos porque no entraban en el auditorio", apunta.
Millares explica que la cita, que contó desde el origen con el respaldo del consistorio, sirvió además para mejorar el equipamiento del propio auditorio a propuesta de los grupos participantes. Se instaló un montacargas, una cámara negra, se mejoró la iluminación y se fueron haciendo mejoras en el escenario que lo convirtieron, en boca de los grupos teatrales, en el segundo mejor de Asturias tras el Campoamor.
Millares también hace hincapié en otro aspecto y es en la difusión del concejo que hace el certamen, pues goza de gran prestigio entre las formaciones teatrales que lucen con orgullo en su curriculum los premios recabados en Vegadeo.
En el décimo aniversario se hizo cargo de la cita la docente Lulas Somoza y en esta etapa se trató de dar un impulso a los Encuentros y se modificaron las bases para limitar la cita a nueve formaciones teatrales. También se apostó por involucrar al alumnado y ahí nació el grupo de teatro clásico de alumnos del instituto que suma siete años de historia.
Somoza explica que una de las apuestas del proyecto, que sale adelante gracias al esfuerzo altruista del profesorado, fue la de abrir la mente de la gente y, por eso, programaron obras más allá del teatro costumbrista, lo que ayudó a formar y educar al espectador local. Tanto Somoza como Millares destacan también la labor del bibliotecario local fallecido Félix Menéndez por su implicación total con este proyecto desde el origen. De ahí que en 2015, tras su muerte, los Encuentros sumaran el sobrenombre de Félix Menéndez.
Por su parte Chus Montero, que tras una breve etapa con María Meitín al frente, asumió este año la organización del certamen, destaca el orgullo que siente el centro por "movilizar a tanta gente y convertirse en dinamizador cultural" de la comarca. No en vano, la cita atrae espectadores no solo locales sino que viene gente de puntos dispares entre Valdés y Ribadeo.
