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El cálculo, una habilidad que mejora a los treinta

Cuatro alumnos del Instituto de Navia triunfan con un estudio sobre las habilidades matemáticas en diferentes edades

Roberto Manín, Ángela Pertierra, Lucía López, Rodrigo Tudanca y Nuria Pérez, posando ayer delante del instituto naviego. G. GARCÍA

El cálculo mental, la facultad de sumar, restar, dividir y multiplicar cifras, alcanza su punto óptimo entre los treinta y los cuarenta años de edad. Así lo han acreditado cuatro alumnos del Instituto Galileo Galilei de Navia, que lograron vencer en la fase nacional de un concurso de experimentos con su proyecto. A través de una serie de juegos matemáticos, unidos al estudio estadístico de los datos, han visto, además, que esta habilidad está, por norma general, más desarrollada en el género masculino que en el femenino. "Ha resultado revelador", dicen los participantes sobre el proyecto.

Se llaman Lucía López, Nuria Pérez, Ángela Pertierra y Rodrigo Tudanca, acaban de terminar el primer curso de Bachillerato y se aventuraron en esta selva de cifras, porcentajes, muestras y datos de la mano del profesor Roberto Manín. Su esfuerzo los llevó, primero, a vencer en la fase regional, y después, en la nacional, del séptimo concurso "Incubadora de Sondeos y Experimentos". En esta iniciativa participaron estudiantes de toda España, y los naviegos se llevaron el premio en la categoría de Bachillerato y ciclos formativos de Grado Medio.

La idea partió de la asignatura Proyectos de Investigación, a principio de curso. "El proyecto consta de dos partes, relacionadas ambas con el cálculo mental. El primer paso fue desarrollar un videojuego, en el que hay que descubrir cuántos perros quedan en una caseta después de que entren y salgan a cierta velocidad. El segundo es otro juego, para conocer la habilidad en cálculo de cada persona", explica Rodrigo Tudanca.

El alumnado del instituto fue puesto a prueba por este equipo de investigadores, que descubrieron que "el cálculo mejora con la edad: tenían más aciertos los de segundo curso de Bachillerato que los de la ESO", apunta Ángela Pertierra. Además, en la Feria de las Ciencias se sometió al test a un buen número de visitantes, para ampliar la muestra que después sería analizada. En total, más de cuatrocientas personas pasaron por esta prueba.

"Con todos estos estudios, determinamos que la plenitud, cuando mejor se calcula, es entre los 30 y los 40 años. Y los hombres suelen ser mejores que las mujeres en esta habilidad", expone Ángela Pertierra.

Otro apartado importante del trabajo fue exponer sus resultados ante el jurado, un trance que los alumnos naviegos resolvieron con soltura: ya habían participado en ediciones anteriores. "Nos valió de mucho la experiencia de otros años, estuvimos menos nerviosos", valora Lucía López. Después, cuando se dio a conocer el fallo, no pudieron contener la alegría: "Gritamos y todo en medio de la sala. Fue emocionante. Es una satisfacción que reconozcan tu trabajo a nivel nacional", apunta López. Lo cierto es que este equipo ya es habitual en esta competición que organizan los departamentos de Estadística de varias universidades españolas. Han pasado a la fase regional en los tres últimos años, siempre de la mano del docente Roberto Manín.

El profesor destaca que este tipo de actividades, más allá del estudio teórico de la materia, refuerza el aprendizaje de los alumnos. "Aprenden a llevar todas las fases de un proyecto de investigación, desde el planteamiento inicial al diseño, la construcción y elaboración de los instrumentos, la recogida de datos, su análisis... Es muy completo", dice. Además, parece haber sembrado una semilla, al menos en Rodrigo Tudanca. "Quiero estudiar Informática, y este trabajo me ha empujado a seguir adelante", afirma.

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