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Permiten exhumar los restos del anterior cura de Tineo para una prueba de paternidad

El cuerpo de Cándido García será desenterrado en septiembre en Zardón (Cangas de Onís) porque una persona reclama su parte en la herencia

Cándido García Tomás. LNE

Los restos del que fuera cura de Tineo durante 44 años, Cándido García Tomás, serán exhumados el próximo mes de septiembre debido a una demanda de paternidad interpuesta hace unos meses. El párroco falleció el 27 de noviembre del pasado año tras permanecer varias semanas ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, debido a una grave enfermedad.

Según ha podido saber este periódico, la herencia que dejó el sacerdote podría haber sido el motivo para que el supuesto hijo iniciase los trámites para el reconocimiento de la paternidad que comenzaron hace unos meses. Ahora el juez ha autorizado que se realicen las pruebas de ADN con la exhumación del cadáver, que descansa en el cementerio del pueblo natal de Cándido García, Zardón, en el concejo de Cangas de Onís. El Arzobispado, preguntado ayer por LA NUEVA ESPAÑA para realizar una valoración sobre el proceso, ha preferido no realizar ningún tipo de declaración.

Los familiares más cercanos del sacerdote, los más próximos a Don Cándido - como se referían a él en Tineo- son cuatro sobrinos, ya que sus cuatro hermanos ya están fallecidos. Aseguran que no conocían la existencia de un descendiente de su tío antes del inicio de todo el procedimiento que se está desarrollando.

En Tineo, los feligreses definen a Don Cándido como una persona muy recta "a la que nunca se le conoció un desliz". Por eso, a la mayoría les cuesta creer la historia. Muchos aseguran no entender por qué se esperó a su fallecimiento para reclamar la paternidad y lamentan que "ahora él no tiene la oportunidad de explicarse y defenderse".

En Tineo lo recuerdan como una persona luchadora y generosa. Quienes compartieron con él proyectos y trabajos en sus parroquias aseguran que nunca dudaba en dar lo que tenía a quien lo necesitaba o aseguran haberlo visto poner dinero de su propio bolsillo para realizar arreglos en sus distintas parroquias.

Según los datos a los que ha tenido acceso este periódico, la exhumación del cadáver del párroco tinetense se desarrollará a mediados de septiembre en el cementerio parroquial de Zardón y en el proceso estarán presentes el párroco local, el arcipreste de Covadonga, además del personal forense y judicial, la familia y la persona que reclama la paternidad.

El sacerdote, Cándido García, tenía cumplidos 70 años cuando falleció. Había llegado muy joven a Tineo, 44 años atrás, y rápidamente se integró en el tejido social del municipio sin abandonar sus parroquias desde entonces. Su vinculación con el campo fue total y no dudó en crear cooperativas agrarias, luchó por la construcción de infraestructuras para la mejora de los pueblos como pistas ganaderas y accesos a los propios núcleos.

Además, asesoró a muchos tinetenses en temas de montes comunales, puesto que había realizado estudios de Derecho a través de la Universidad Nacional a Distancia (UNED). Entre sus méritos está haber sido uno de los defensores del pueblo vaqueiro. De hecho, pidió perdón públicamente a los vaqueiros en nombre de la iglesia por las discriminaciones que habían sufrido en el pasado y nunca dejó de asistir a la Fiesta de la Trashumancia en La Casa del Puerto, que este año celebrará la primera fiesta sin Don Cándido, a quien recordarán en la ceremonia religiosa. Además, la organización de la fiesta hará entrega de una placa de reconocimiento a la iglesia de Tineo en memoria del párroco, conocido como el cura de los vaqueiros.

Cándido García Tomás también fue un gran conservador del patrimonio eclesiástico local. Él mismo realizaba trabajos de mantenimiento en los inmuebles y peleaba para conseguir financiación si las obras requerían de una inversión importante. Además de sacerdote, fue durante varios años profesor de Religión en el Instituto de Tineo pasando por sus clases cientos de jóvenes.

En Tineo, la historia de la petición de paternidad y la posible herencia dejada por el párroco es conocida. Sin embargo, son muchos, sobre todo los que más relación tuvieron con el párroco, los que le quitan importancia si se llegase a confirmar que tiene un hijo. Esperan que en pleno siglo XXI la historia de su posible paternidad no ensombrezca su gran legado, que nadie olvida, así como el trabajo y los méritos que el párroco logró en sus 44 años de trabajo en las parroquias tinetenses, tanto en la villa como en los pueblos del concejo, así como en el resto de la comarca.

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