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"No cambiamos", avisa el Principado, firme en el veto a la suelta del pato en Cueva

Agentes del Seprona de la Guardia Civil vigilarán el juego organizado por la comisión de fiestas el próximo domingo en la ría del Esva

Fuentes de la Consejería de Recursos Naturales confirmaron ayer que no habrá rectificación con respecto al permiso de la suelta del pato de Cueva. "No cambiaremos de postura", indicaron.

La negativa a autorizar la utilización de un animal para el juego se mantendrá este año y en el futuro pese a los esfuerzos de la comisión de fiestas por lograr una rectificación de la administración regional. El Principado pasa así de dar cumplimiento a la ley y trata de esquivar multas que en caso del Ayuntamiento de Sagunto (Valencia) ascienden a 30.000 euros. También quiere evitar entrar a figurar en las listas que se hacen eco de las comunidades autónomas que miran para otro lado en caso de presunto maltrato animal.

La comisión de fiestas sigue pensando en celebrar este juego náutico que tienen más de medio siglo de tradición. De hecho, el cartel oficial de las fiestas anuncia la suelta de pato en la desembocadura del río Esva, cerca de la playa de Cueva, para las cinco de la tarde del próximo domingo.

Como ocurrió en las últimas convocatorias, la fiesta estará vigilada por la Guardia Civil. La previsión es que el Servicio de Protección de la Naturaleza vigile el desarrollo del programa festivo y vele por el cumplimiento de la ley. El Ayuntamiento de Valdés se mantiene al margen del enfrentamiento de la organización y el Principado. El gobierno (PSOE) confirmó que la administración local autorizó la fiesta en sí, pero no tiene competencias para denegar la suelta de tres patos en la desembocadura del río Esva.

La polémica surgió en 2013 cuando un grupo de defensa y protección animal denunció la utilización de tres patos para diversión de un grupo de nadadores. En su origen, esta competición tenía que ver con una donación hecha por parte de las familias más pudientes. Mediante el juego, el más hábil se llevaba al animal, que normalmente se cocinaba.

El pueblo de Cueva está orgulloso de mantener viva esta tradición. Según el portavoz de la comisión de fiestas, José Manuel Peláez, este juego "no es otra cosa que un homenaje a la convivencia entre animales y vecinos en el campo asturiano". Esta visión es muy diferente a que tienen los colectivos animales y los detractores de la suelta de pato. Ellos sí observan maltrato porque los animales sufren estrés cuando los nadadores tratan de darles alcance. También consideran que el pato se ve sometido a una situación antinatural para su especie.

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