La campaña estival del percebe en el occidente asturiano ha dejado luces y sombras este año, el tercero en el que se aplica esta extracción, que el Principado califica como "experimental". Por un lado, se ha aumentado el precio medio del kilo de crustáceo en su venta en la lonja de Puerto de Vega. Por otro, han disminuido la cantidad (hubo menos planes adheridos que en anteriores veranos) y también la calidad. Algunos perceberos abogan por dejar descansar estas piedras para lograr una mayor sostenibilidad en la explotación de la especie.
En la campaña que acaba de terminar se han rulado 1.462 kilos, con una facturación total de 40.732,47 euros. El precio máximo se situó en los 80,80 euros, mientras que el precio medio se estableció en los 28,54 euros por kilogramo de crustáceo.
Los datos del pasado año son notablemente superiores: en aquel verano fueron 3.686 kilos los capturados y rulados en Puerto de Vega, y alcanzaron un montante en el mercado de 100.294,10 euros. El precio máximo por kilogramo fue de 103,80 euros, mientras que la media se quedó en los 27,22 euros.
Este verano han participado en esta campaña perceberos de los planes de Ortiguera, Puerto de Vega y Oviñana-Cudillero. "No ha sido buena en cuanto a kilos capturados porque no todos los profesionales se dedicaron a ello. También hubo problemas con las condiciones del mar y con el tiempo, con bastantes días sin poder faenar", explica el secretario de la lonja de Puerto de Vega, Marcelino Gión, quien señala que, "al final, la campaña se queda en tres semanas".
Las piedras que se abren para estos días no son trabajadas en la campaña invernal. "Es percebe de otra calidad, no tan buena. Aunque sigue teniendo salida, sobre todo a través de compradores asturianos", añade Gión.
El sector se encuentra dividido en cuanto a la conveniencia o no de seguir con estas campañas de verano. De hecho, varias cofradías (como Tapia, Luarca y Viavélez) renunciaron a ella este año.
De Ortiguera es Avelino Fernández, que advierte de que las piedras "no regeneran lo suficiente" de año en año. "Tenemos las piedras con muy poco. Lo que trabajamos en diciembre recupera mucho mejor que lo que trabajamos en agosto", incide.
