En San Tirso de Abres hay un motivo para la alegría. La gasolinera, que llevaba cerrada desde el mes de agosto de 2016, vuelve a prestar servicio a vecinos del concejo y de comarcas limítrofes. Bajo una nueva gerencia, y tras haber sufrido una importante reforma, la estación de servicio retoma su papel dentro de la localidad, convertida en mucho más que un surtidor.

Con el cierre de la gasolinera de Randeo el pueblo perdió parte importante de su vida. Además, tanto los lugareños como los habitantes del vecino concejo lucense de Trabada debían recorrer distancias importantes para repostar, puesto que las estaciones de servicio más cercanas están en Ribadeo y Vegadeo.

Precisamente han sido Luis y Primitivo Yanes, dos empresarios de Trabada, los que han tomado la gestión de esta estación para abrirla de nuevo al público. "Para el municipio de San Tirso de Abres la reapertura de la gasolinera es algo positivo, por el servicio que se da a los vecinos y por los dos puestos de trabajo que se crean. Intentaremos ofrecer la máxima atención y facilidades a todos los clientes", reseña Primitivo Yanes, que añade que se dispondrá de duchas y de un amplio horario, y que se está llevando a cabo "un estudio para poder ofrecer la descarga de los residuos de las autocaravanas".

Marcelino Fernández, propietario de las instalaciones y antiguo gerente de la estación de servicio, se muestra "muy satisfecho" con la nueva gerencia: "La reapertura favorece a todo San Tirso de Abres y a los pueblos de alrededor. Todo el mundo sintió el cierre en su momento y económicamente mucha gente se perjudicó, porque tenía que ir a suministrar combustible a A Pontenova, Ribadeo o Vegadeo, que es donde están las más cercanas", señala.

Una de las primeras clientas de la gasolinera fue la propia alcaldesa del concejo, Goretti Quintana. Este sábado, a las ocho de la tarde, se celebrará una sencilla fiesta de inauguración.