El hilo, transparente pero irrompible, que une a Luis Cernuda con Castropol ha quedado definitivamente atado. La relación que el poeta comenzara a tejer en 1935, con su visita a la localidad y la posterior publicación de un relato, se consolidó y reforzó en la jornada de ayer, cuando quedó claro que el nexo será eterno. A la reedición de "En la costa de Santiniebla" se unió el descubrimiento de una placa conmemorativa en el mirador de la Mirandilla y la opción se seguir ahondando en esta unión.

El acento sevillano de Antonio Rivero Taravillo y Ángel Yanguas protagonizó el homenaje. Biógrafo y sobrino nieto de Cernuda, respectivamente, participaron de forma activa en la reedición de la obra. El primero, prologando el texto, ilustrado por Lulas Somoza, ofreciendo datos sobre las circunstancias de la visita del autor a Castropol: su trabajo en las Misiones Pedagógicas, la impronta que el clima dejó en su persona o la predilección de Cernuda por los magnolios, que abundan en la localidad.

Yanguas, favoreciendo la publicación de esta edición, no venial, y dando todo su apoyo al resultado final: "El libro va mucho más allá de lo que yo podría imaginar. Está muy bien hecho", alabó el sobrino del "tío Luis", que dejó sobre la mesa una propuesta: "Lo ideal en el futuro sería reeditar el texto ya como publicación legítima, a la venta, en formato papel y electrónico, que incluya los manuscritos que aún conservamos". Para los herederos del autor, siguió explicando Ángel Yanguas, "Castropol ha dejado de ser un mero topónimo en el anverso de una fotografía para convertirse en un descubrimiento, que pasa a formar parte del atlas histórico y literario de nuestra familia".

El legado de Cernuda se vio aumentado, al dejar sus herederos varios ejemplares de su obra "Ocnos", su gran poema en prosa, y de "La realidad y el deseo", la recopilación de todos los poemas del sevillano. También se pondrán a disposición de la biblioteca grabaciones con la voz del poeta.

Decenas de personas participaron en los actos promovidos desde el Foro Comunicación y Escuela del Instituto Elisa y Luis Villamil de Vegadeo. Su coordinador, Luis Felipe Fernández, no dudó en calificar estos actos como "uno de los dos o tres más importantes de nuestra trayectoria". Manuela Busto, directora de la biblioteca local, guió una visita guiada por los rincones de Castropol que se identifican a la perfección con la imaginaria Santiniebla de Cernuda.