El encuentro de mayores de Valdés siempre es alegre. De ello se encarga la concejala de Servicios Sociales e Igualdad, Ángeles Rodríguez, quien un año más hizo de "speaker" y con la mejor de sus sonrisas presentó a los 17 homenajeados del año. Una de ellas tenía una aventura especial que contar. Herminia Fernández Peláez nació hace 100 años y tres meses en Arcallana. Ayer recibió un sentido homenaje del Ayuntamiento de Valdés. "Los años pasaron, sin más", dice risueña esta mujer que desde 2003 vive en Gijón con sus hijos. Dedicó su vida a la ganadería, a la casa familiar y a la crianza de sus cuatro hijos. Hoy tiene nueve nietos y siete bisnietos y todos participaron el pasado agosto en su fiesta de los 100 años, que se celebró también en el mismo restaurante de Cudillero donde ayer recibió una placa institucional por su edad y su trayectoria. Herminia Fernández dice que es longeva porque ya lo fue su madre, que murió con 104 años. También algo tiene que ver "eso de sentirse arropada por la familia", asegura.

Durante la jornada, el Ayuntamiento también entregó su diploma a 16 nonagenarios. Antonia Dolores García, de Barcia, fue una de ellas. Su hija, Beatriz Fernández, señala que si hay algo que caracteriza a esta risueña mujer es su capacidad para estar activa. "Si hay que ir a Oviedo, va sin problema; siempre se apunta a todo y siempre está de buen humor", cuenta Beatriz Fernández.

Luis Fernández fue otro de los homenajeados. Nacido en Camagüey (Cuba), con 15 años recorría en bicicleta la distancia que separa Querúas de Luarca para poder estudiar, según recordó la concejala de Igualdad. Regentó una tienda en Querúas y allí hizo su vida. Ayer su mujer, Teresa García, y su hijo, Jesús Fernández, quisieron estar cerca de él. Habrá foto para el recuerdo.