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"No podemos dormir tranquilos", claman los vecinos de Claudio Zardaín, en Tineo

Los propietarios de las viviendas de los edificios construidos por Vipasa denuncian la aparición de grietas y temen que se produzca un argayo

A la izquierda, Francisco Vega, Josefa Ibias, Ángeles Bueno (detrás), José Luis García, Edelmira Álvarez (detrás), Paula Gómez y Jesús Martínez señalan una de las grietas de la acera.

"No podemos dormir tranquilos", lamentan los vecinos de los números 2, 4 y 6 de la calle Claudio Zardaín de Tineo. Las grietas que están apareciendo en sus casas, desde hace un año, y en las aceras de los dos primeros edificios, desde hace cinco, hacen temer a los vecinos que pueda producirse un corrimiento de tierras que arrastre sus viviendas. Para ellos, la causa de este problema radica en la construcción de un muro de contención al final del talud en el que se alzan sus edificios que, según aseguran, no tiene sistema de drenaje para el agua.

Hoy están expectantes para ver si, como anunció la consejera de Servicios y Derechos Sociales, Pilar Valera, en la comisión de su área el pasado lunes, Viviendas del Principado de Asturias (Vipasa) adjudica a una empresa la realización de un informe técnico que desvele las causas de las grietas para poder atajar el problema. Tanto los edificios afectados por las grietas como los que se construyeron a partir del muro de contención fueron promovidos por Vipasa; el primero se finalizó sobre 1992 y el segundo, 20 años más tarde.

Los propietarios aseguran que el terreno que se sitúa entre sus edificios y el muro "está empujando hacia abajo". La explicación que encuentran es que "en esta zona siempre hubo mucha agua, que ahora no tiene salida y choca con un muro que no tiene drenaje, y eso está causando que en el talud de tierra estén apareciendo agujeros y que el nivel de tierra haya bajado con respecto al muro", explica José Luis García. Una situación que, aseguran, "si no se ataja con un arreglo, va a ir a más".

Este mismo vecino se percató, antes del final de las obras de los edificios de Vipasa situados en la calle de abajo, en Venancio Blanco Andrés, hace unos cinco años, de que la acera de sus bloques se estaba separando del edificio. Afirma que dieron aviso al Ayuntamiento y que, después de que los técnicos realizasen una inspección, los tranquilizaron aseverando que el problema no avanzaría. Sin embargo, hace poco más de un año empezaron a advertir grietas en las habitaciones de las casas y un agravamiento de las existentes en la acera, lo que les hizo empezar a denunciar por escrito ante el Ayuntamiento y Vipasa lo que estaba sucediendo. "El Ayuntamiento no se interesó por ayudar a los vecinos y hasta octubre no estuvo aquí el arquitecto de Vipasa", denuncia Francisco Vega.

Además, los vecinos están molestos porque, en la Comisión de Servicios y Derechos Sociales, la Consejera señaló que en el edificio se había realizado una obra por parte de los vecinos que había que tener en consideración. Los habitantes del edificio número 2 no niegan los trabajos que se realizaron en el sótano, pero hacen hincapié en que fue una actuación de limpieza y arreglo del bajo, tal y como se recoge en la licencia municipal emitida por el Ayuntamiento. "En el sótano la único que hicimos fue sacar los escombros de obra que se dejaron; estaba saliendo agua y daba mal olor y atraía mosquitos, no se tocó el edificio", explica García.

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