Si los planes del Principado se cumplen, la patata podrá volver a plantarse en los concejos con restricciones en 2019. El director general de Desarrollo Rural y Agroalimentación, Jesús Casas, visitó ayer Luarca y Navia para informar a los interesados de los trabajos que ha hecho el gobierno regional hasta la fecha y de las medidas que se han llevado a cabo para evitar la expansión de la polilla guatemalteca.

Según Casas, "estamos hablando de un tema delicado y debemos esperar dos años, después de la erradicación, para poder sembrar; es decir, esperamos volver a la normalidad en la campaña 2019-2020".

La mariposa se detectó en San Tirso de Abres hace un año y dos meses, y desde entonces no ha dejado de extenderse por la región. El director general de Desarrollo Rural es optimista y asegura que los técnicos, hoy por hoy, controlan la situación porque hay "muy buen conocimiento" de cómo funciona la polilla.

En las próximas semanas se instalarán más trampas (aparatos con feromona sexual femenina para atraer a los machos) en las zonas tampón y se controlará especialmente el área comprendida entre Cudillero y Gijón. El objetivo es obtener información fiable para actuar lo antes posible.

Para evitar la expansión, el Principado insiste en la colaboración de los productores. En el occidente asturiano no se puede plantar patata en San Tirso, Vegadeo, Castropol, Taramundi, Tapia, El Franco, Navia, Valdés y Cudillero. En caso de conocer un almacén privado con patata contaminada es importante contactar con la administración para evitar que la polilla se extienda. En los concejos prohibidos, "la gente puede tener patata en sus casas, pero en condiciones de seguridad", informó Casas. Si ven daños en el producto, deben llamar inmediatamente al Principado.

En caso de plantar patatas en los municipios con restricciones, los productores se enfrentarían a multas económicas de un mínimo de 3.000 euros. También tendrían que hacer frente al coste de las tareas que llevaría a cabo el Principado para levantar la producción y limpiar la zona.

Parte de los productores congregados ayer en Luarca mostraron su desacuerdo con las restricciones. "Acaban con el campo", indicó uno de los asistente al jefe de sección de Sanidad Vegetal del Principado, Maximino Braña. El técnico indicó que sólo es posible controlar la polilla, que está "muy activa" en el Occidente, con estas medidas. De hecho, el futuro de las plantaciones de este tubérculo en Asturias dependen de la erradicación de la polilla. "Estamos haciendo un esfuerzo", dijo a este respecto Jesús Casas. El próximo lunes se reunirán en el Madrid los directores de Sanidad Vegetal con el fin de estudiar, entre otros asuntos, las medidas contra la polilla guatemalteca. Europa podría poner límites a la comercialización de la patata española en caso de plaga.