En Ballota viven tres niños de entre tres y ocho años. Este pueblo de Cudillero tiene 150 casas y no todas están habitadas en invierno. Pese al número poco representativo de población infantil, el Ayuntamiento ha hecho una apuesta por el ocio de los pequeños. El pueblo estrena un parque con dos columpios (uno para bebés y otro para niños de hasta 12 años), un balancín, un tobogán y un trepador.

La inversión asciende a 16.515,65 euros. El grupo de desarrollo rural Valle del Ese-Entrecabos ha financiado la compra e instalación a través de las ayudas europeas "Leader". El Consistorio adelantó el dinero y la entidad ingresó la partida después de 90 días de espera.

"Nuestra objetivo es hacer un parque infantil en cada pueblo", sostiene el Alcalde, Ignacio Escribano (PP), muy comprometido con la tarea de "fijar población". "Siempre escuchamos estas dos palabras juntas, pero pocas veces vemos acciones asociadas: hacer parques infantiles para que los niños de los pueblos pequeños tengan las mismas posibilidades y recursos que los de otros más grandes es una de ellas", sostiene.

En Cudillero hay seis parques infantiles. Dos están en la capital del concejo, uno se encuentra en La Atalaya, otro en Soto de Luiña y otro en Oviñana. A la lista se suma ahora Ballota, localidad que tiene "tirón turístico y donde hay tres alojamientos rurales".

La previsión es hacer próximamente áreas infantiles en San Martín de Luiña y Santa Marina. "Si una localidad está habitada, haremos un esfuerzo y un proyecto", dice el regidor, que apuesta por solicitar ayudas públicas para instalar estas infraestructuras. Según Escribano, "cada vez vuelve más gente al pueblo y hay que tener recursos para que se sientan bien en la zona rural".