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La cofradía de Luarca, dividida por la cesión de sus almacenes al Museo del Calamar

Valdés plantea usar los pisos superiores y mantener a los armadores en la planta baja, y confía en empezar a redactar el proyecto en 2018

Bajos de los actuales almacenes de pescadores, en el muelle nuevo de Luarca. A. M. SERRANO

La división entre los armadores usuarios de los almacenes del muelle nuevo de Luarca, donde se preveía levantar el complejo, está retrasando la solución definitiva al Museo del Calamar Gigante, que se prevé en 2018. Una parte de los armadores se niega a abandonar las instalaciones.

El patrón mayor de la Cofradía Nuestra Señora del Rosario de Luarca, Manuel Jesús Iglesias, asegura que esta negativa "no frena los propósitos del gobierno municipal. Es normal que haya diferentes opiniones sobre un asunto; la cofradía respeta a los armadores que quieran quedarse en la planta baja, pero los que tenemos los almacenes más altos estamos dispuestos a cederlos".

El gobierno municipal espera ahora por una decisión definitiva de la Cofradía. Este mes se celebrará una reunión, según el alcalde, Simón Guardado, para pasar las promesas a papel. La intención del gobierno es aprovechar sólo las plantas superiores de los almacenes y dejar los bajos para los armadores que no desean cederlos. Además, en ese encuentro se determinará si los armadores que abandonan los almacenes del muelle nuevo se reubicarán en Villar o en el polígono de Almuña.

"En el polígono parece que la parcela disponible es pequeña; si no podemos reubicarlos allí pasarán a una nave de nueva construcción en Villar, cerca del colegio Ramón Muñoz", añade el regidor, quien asegura que el Ayuntamiento está "haciendo números" para poder ofrecer una solución de espacio a todos los armadores que abandonarán el muelle nuevo.

La redacción del proyecto de reconstrucción del famoso museo luarqués se pospone así para 2018. Tanto la obra del futuro centro (en este caso el acondicionamiento del interior de los almacenes de pescadores) como la nave dedicada a la cofradía serán financiadas por Fomento.

La apertura del Museo del Calamar Gigante es muy esperada en Luarca por su repercusión económica. En la actualidad, la colección de grandes cefalópodos se exhibe en el Parque de la Vida de La Mata, propiedad del fundador de la Coordinadora para el Estudio de las Especias Marinas (Cepesma), Luis Laria. El colectivo inició los trámites para ceder al concejo de Valdés la colección. De esta forma, el Ayuntamiento tutelará los calamares gigantes, que son únicos en el mundo.

Está por ver quién se encargará de la gestión del futuro museo. Desde su apertura hasta su forzoso cierre por los destrozos del temporal, el complejo estuvo gestionado por la Cepesma. El gobierno prefiere no pronunciarse sobre este asunto, si bien fuentes cercanas al ejecutivo local advierten de que "de momento pasará a ser municipal". Es decir, no se descarta que la gestión pueda ser adjudicada a una empresa.

El Museo del Calamar Gigante ubicado en el muelle nuevo cerró sus puertas en febrero de 2014 a causa de los destrozos que ocasionaron las marejadas. Es la única infraestructura pública del Noroccidente que, desde entonces, espera por una solución.

En el asunto medió una plataforma ciudadana, "Más Luarca Valdés". Su actual directiva convocó dos concentraciones para exigir soluciones definitivas que congregaron a centenares de personas.

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