Grandas de Salime vivió ayer una de las cabalgatas más dulces de la comarca. La lluvia no aguó la fiesta, y se pudo desarrollar todo el programa como estaba previsto. Se repartió, para todos los presentes, roscón de Reyes, gentileza de la panadería local, y como novedad se repartió chocolate para acompañarlo. Los Reyes Magos atendieron a los niños e hicieron las delicias de todos los grandaleses.