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El invento de Ibias para limpiar la miel

El apicultor Toño Sánchez idea un aparato casero con la tapa de un cubo y un felpudo de goma para retirar las impurezas del producto tras madurar

Detalle del aparato para limpiar la miel, en San Antolín de Ibias. DEMELSA ÁLVAREZ

Con la tapa de un cubo, un asa y un felpudo de goma, el apicultor aficionado Antonio "Toño" López Barrero, de San Antolín de Ibias, ha ideado una nueva herramienta para facilitar uno de los trabajos de la elaboración de la miel: la limpieza de las impurezas y burbujas que quedan en el producto tras su extracción y el paso del periodo de maduración. Este es su segundo invento, después de haber creado hace unos años un utensilio para desopercular los panales con rapidez.

El nuevo invento de Toño López facilita el último proceso que se debe realizar a la miel antes de su envasado. Después de la extracción, el producto se suele dejar en maduradores unos días durante los que las impurezas, como la cera y también las burbujas de aire, comienzan a acumularse en la superficie. Todo ello crea una capa que debe eliminarse antes de proceder a su envasado.

Para hacerlo, lo tradicional es utilizar una espumadera o cucharón para ir extrayéndolo poco a poco. Sin embargo, este apicultor ibiense, con un simple movimiento, consigue dejarla limpia gracias a su invento. "Su uso es tan fácil como pasar el utensilio por encima de la miel y todas las impurezas se quedan pegadas, prácticamente en una pasada se queda limpia", explica a LA NUEVA ESPAÑA.

Entre las púas del felpudo es lugar donde se acumulan todos los restos. Aunque para conseguirlo, ha tenido que modificarlo eliminando alguna de las púas.

En concreto, tuvo que retirar las hileras intermedias porque su proximidad impedía que atrapasen toda la suciedad. "Como la miel es pegajosa, no necesita nada más, ella misma se adhiere al felpudo y lejos de lo que se pueda creer también es fácil de limpiar, tan solo con ponerlo bajo un chorro de agua queda como nuevo", cuenta su inventor.

Como ya hiciera con su anterior creación, lo ha registrado en la oficina española de patentes y marcas bajo el nombre de "retirador de impurezas de la miel" el pasado mes de octubre. Fue después de la campaña de recogida del producto, durante la que él mismo estuvo probándolo y asegurándose de sus buenos resultados.

"A lo largo del año estuve pensando en él y en julio cuando comencé la recogida de miel caí en que un felpudo de goma podría hacer el trabajo, lo probé durante la campaña y vi que daba un buen resultado, por eso me animé a patentarlo", señala.

Su objetivo es que sus inventos lleguen a fabricarse y comercializarse para facilitar el trabajo de los apicultores aficionados. Para ello, estaría dispuesto a vender sus patentes.

De su anterior invento para desopercular los panales, aún no ha conseguido la fabricación, aunque asevera que ha levantado expectación en el mundo de los apicultores.

"Lo enseñé en muchos sitios, incluso en una fábrica de Valencia, pero aunque la idea gustó aún no conseguí que me la comprasen", lamenta. Antonio López Barrero tiene en su pueblo natal, Uría (Ibias), 30 colmenas y 20 truébanos que le dan cada cosecha unos 400 litros. No obstante, este año debido a la sequía se ha quedado en una producción de 250 litros. Para este año las expectativas no son mejores.

Los incendios vividos en la zona el pasado mes de octubre afectaron a grandes extensiones de monte que servían de alimento para sus abejas, con lo que se conforma con que sus colmenas consigan tener producción para poder sobrevivir.

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