El Ayuntamiento de Valdés ha empezado a aplicar con toda su dureza la ordenanza fiscal número 22 que grava, entre otros aprovechamientos, la instalación en la vía pública de barras externas con ánimo de lucro. Ello supone un varapalo para algunos hosteleros de Luarca, que, con el inicio del año, se enfrentan a facturas que en algunos casos alcanzan los 4.300 euros.
"No podemos negociar las ordenanzas", asegura al respecto el gobierno. El concejal de Obras, Ricardo García Parrondo, añade que el ejecutivo local intentó ordenar el uso del espacio público durante las fiestas de Nuestra Señora del Rosario y de San Timoteo de 2015. Entonces, no se lograron los objetivos. Algunas calles, asegura García, permanecieron incluso cortadas durante horas sin contar con el beneplácito de la administración local. Por ello, a partir de este año se aplicará de forma taxativa la ordenanza. Es decir, cada negocio pagará por la ocupación de suelo público cuando instale chiringuitos, barras provisionales y demás ocupaciones dedicadas a bar, a razón de 67,79 euros por metro cuadrado y día.
Los bares y restaurantes afectados se encuentran en el paseo del Muelle y en la zona centro de la villa. El malestar por la nueva factura no se ha hecho esperar. Algunos hosteleros esperan que la solución llegue a través del diálogo con el gobierno. Otros son más combativos e incluso han consultado con un abogado sus opciones. Los hosteleros se muestran, en todo caso, "contrariados" con este gravamen y las cuantías.
El gobierno, por contra, asegura que los empresarios eran conocedores de que en 2017 se medirían todas las barras externas al milímetro para realizar el cómputo económico en cada caso. Este trabajo de medición lo realiza la Policía Local, que desde el verano tiene un nuevo jefe en funciones.
El cuerpo de seguridad local también es el encargado de medir la ocupación de los puestos de venta ambulante y de tener en cuenta la instalación de cualquier material en la vía pública con el fin de dar cumplimiento a la ordenanza fiscal número 22.
