El incendio que se declaró hace un mes en el interior de la mina de Carbonar, situada en el pueblo de Vega de Rengos, en Cangas del Narcea, sigue activo. Desde que se declaró se han paralizado las labores de extracción en la explotación y los trabajos que se realizan en ella se limitan a los de extinción del fuego, en los que participa la Brigada de Salvamento Minero.

Aunque el incendio parece estar "más controlado", continúa activo. Por ello, a las labores que se llevan realizando desde el pasado 23 de enero, basadas principalmente en el riego con agua de la zona para intentar frenar la actividad del fuego, se sumará en los próximos días la aplicación de la técnica de inyectar nitrógeno en estado gaseoso. "El nitrógeno tiene las propiedades de enfriar y de extraer el oxígeno y otros elementos para conseguir ahogar la combustión", explica José Manuel Linde, presidente del comité de empresa de Carbonar. La aplicación del nitrógeno se hará a través de las tuberías de la sexta planta, donde se encuentra el incendio, y contará con la supervisión tanto de la empresa como de la Brigada de Salvamento Minero.

El fuego ha provocado la paralización total de la actividad extractiva de la explotación minera y ya ha tenido sus primeras consecuencias negativas para los trabajadores. A principios de mes, la empresa decidió prescindir de sus tres empresas auxiliares, dejando sin trabajo a 120 empleados. Mientras tanto, la plantilla de la propia compañía, que suma alrededor de medio centenar de trabajadores, está en su mayoría consumiendo sus vacaciones. Tan solo un pequeño grupo de empleados se encuentra trabajando en los servicios mínimos de mantenimiento de la mina.

"De momento, no hubo problemas de pagos, pero aún estamos en el primer mes y no sabemos qué puede suceder a partir de ahora, estamos a la espera de conocer la decisión que tome la empresa tanto con nosotros como con la propia mina", reconoce Linde.

De hecho, el representante de los trabajadores también entiende que lo importante ahora es centrarse en el trabajo de extinguir el incendio que está en el interior de las galerías de la mina. "Es la obligación que hay ahora y lo que pase después son otros plazos, algo que no se puede saber", añade.

El incendio en el interior de la planta sexta de la mina se registró el pasado 23 de enero y desde entonces el trabajo de extracción de la única mina que permanece activa en Cangas del Narcea se encuentra paralizado, con la desazón que ello provoca en una comarca minera que no está pasando, precisamente, por su mejor momento debido a la crisis general que vive el sector desde hace unos años. Esta paralización forzosa agrava aún más esa situación y deja en la incertidumbre casi 200 puestos de trabajo.