La colaboración entre los profesionales de los hospitales de San Agustín (Avilés) y Jarrio comienza a dar sus frutos. Cinco nefrólogos del centro avilesino asumieron en mayo del pasado año el servicio que se presta en el Noroccidente, visitando la comarca tres veces por semana. "Los pacientes tienen ahora una mayor calidad en el servicio, a pesar de que no tenemos un especialista aquí todos los días", apunta la gerente del área sanitaria I, Susana Santamarina, que ve "muy positiva" esta relación que, según parece, beneficia a todos.

Tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, desde que los nefrólogos del San Agustín cogieron las riendas del servicio en Jarrio, por la dificultad para asentar profesionales en este hospital comarcal, han logrado eliminar las listas de espera e instalar una nueva unidad de atención a pacientes crónicos. También hay planes para implantar en la comarca la técnica de la diálisis peritoneal, así como ampliar horarios de atención y guardia.

"La valoración de la gerencia desde que ellos se hicieron cargo del servicio es muy positiva", dice Susana Santamarina, que reconoce que el centro del Noroccidente era incapaz de "consolidar un profesional de manera estable", una situación que se vivió en los últimos años. Añade la gerente el grado de dificultad añadido que supone tratar a los pacientes de nefrología, cuyas patologías "tienen un grado de complejidad elevado, con posibilidad de entrar en procesos de hemodiálisis".

"Disponer de la cooperación de un servicio mayor, como el de Avilés, no sólo nos permite mantener la atención en términos de calidad, sino que se pueden ofrecer servicios de cuidados más complejos", apunta la gerente, que ratifica la mejora cuantitativa en cuanto a la reducción de la lista de espera, pero también subraya aspectos cualitativos: "Los pacientes han sido revisados a fondo y ahora están mucho más controlados".

El servicio de nefrología no es el único en el que Jarrio y Avilés colaboran estrechamente para mejorar los resultados. Ya ocurre en las patologías relacionadas con oncología, y, desde hace poco, también en el apartado de anatomía patológica. "Enviamos las citologías del screening del cáncer de cervix, y allí se elaboran los informes. Los resultados están de vuelta en menos de diez días", incide Santamarina.