La Consejería de Educación acometerá en cuestión de días obras urgentes en el gimnasio del colegio La Paloma de Castropol con el objetivo de que esta infraestructura, cerrada desde principios de mes por los importantes desperfectos que presenta, pueda ser utilizada lo que resta de curso. De manera paralela se iniciarán los trámites para acometer una reparación de más envergadura que, si todo marcha según lo previsto, se llevará a cabo en verano y estará lista el próximo curso.

El gimnasio del centro lleva años acumulando desperfectos, pero últimamente se registran problemas en las temporadas de lluvia, ya que se forman bolsas de agua en los techos de los vestuarios que amenazan con derribar la estructura y provocar daños en la instalación eléctrica. Es la razón por la que la dirección del centro y el Ayuntamiento de Castropol adoptaron, a principios de mes, la decisión de cerrar el equipamiento de manera temporal y suprimir todas las actividades.

El director del centro, José Manuel Fernández, explica que en la reunión celebrada ayer en Oviedo en presencia del consejero de Educación, Genaro Alonso, se acordó intervenir de urgencia para reabrir la instalación, pero mantener cerrados los vestuarios "por ser la zona más peligrosa".

El alcalde, con el alta

Al respecto de la obra de más envergadura, el consejero, acompañado por el director general de Planificación, Centros e Infraestructuras Educativas, Roberto Suárez, y el jefe de Servicio de Infraestructuras Educativas, Rafael Pedro Fernández, explicó que la idea es cargar la actuación a un crédito especial pendiente de firma. Barajan una inversión de entre 30.000 y 40.000 euros que permitirá un arreglo en condiciones de la cubierta (llena de goteras) y del suelo que, según se constató ayer, "es insalvable". Al encuentro asistió también la presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos, Marta Catuxo, y el Alcalde de Castropol, José Ángel Pérez, incorporado de su baja. Los responsables educativos piden al Consistorio más mantenimiento.