El sector cuchillero de Taramundi está de luto por la muerte de uno de sus artesanos más veteranos, Mario Castelao, que falleció ayer a los 95 años de edad. La familia Castelao está considerada la pionera del concejo taramundés en la elaboración de navajas con fines comerciales, y Mario era su último exponente.

"Era una persona muy afable, con una memoria impresionante y al que le gustaba conversar", precisan sus conocidos. Castelao, viudo de Placeres Andina, falleció ayer en el hospital de Jarrio y hoy a las cinco de la tarde se celebrará el funeral en su memoria en la iglesia de Taramundi.

El fallecido, natural de Llan, heredó el oficio de su abuelo Ignacio Castelao (escribía su nombre con Y). Este, junto a su hijo Ceferino Castelao, creó la firma familiar -CCYC- que se lee en la hoja de sus navajas, conocidas popularmente como "xarrapas" en alusión al mote de la casa familiar (Casa Xarrapo). Mario era hijo de otro hijo de Ignacio, Laureano Castelao, que también fue navalleiro y usaba la firma familiar, si bien añadía su nombre en el mango de madera. Mario mantuvo esta seña y siempre firmó sus piezas con el nombre de su padre.

El navalleiro taramundés Juan Carlos Quintana, que además dirige en Pardiñas el Museo de la Cuchillería, explica que las navajas de Mario se caracterizan por su gran calidad: "Este hombre hacía un producto muy básico, pero muy bien hecho. Era todo muy preciso y cuidaba mucho la calidad del filo". Añade, además, otro detalle, y es que elaboraba sus piezas con acero de lima. "Lo que hacía era comprar limas y estirarlas. Eso da mucho trabajo, pero es acero de mucha más calidad. No le importaba tanto la producción como la calidad", indica el experto.

Mario, que siguió fabricando navajas hasta hace tres o cuatro años, falleció sin desvelar a nadie el secreto del temple, ese punto en el que la hoja está en las condiciones óptimas. "Era el último cuchillero que conocía el secreto familiar, pero nunca quiso desvelarlo", apunta Quintana.