Y sonó el tambor en Piantón. La procesión que sigue al tradicional bandeo de pendones de la localidad veigueña estrenó ayer percusión. Por primera vez, un grupo de músicos amateur, en esta ocasión de la charanga "A Folixa" de Vegadeo, puso música al paseo que hace la Virgen ya sin manto negro para celebrar la Resurrección de Cristo.

La misa empezó puntual a las doce y media de la mañana. El repique de las campanas anunciaba una cita religiosa muy especial para Piantón. Muchos acceden al interior de la iglesia para seguir la misa que precede a la procesión. Otros prefieren esperar en la plaza, tal vez con la intención de reservarse un buen lugar para ver el peculiar e histórico bandeo de pendones. En esta edición, fueron centenares los que acudieron a una cita que se pudo celebrar, esta vez sí, sin lluvia.

Tras la misa, salió el párroco con el Santísimo (la Cruz) desde el templo y bajo el palio. Al otro lado estaba la Virgen, tapada con el manto negro en señal de duelo y portada por cuatro hombres. La talla no mira a Cristo hasta que se recree el peculiar bandeo de pendones. Se trata de una tradición que proviene de la Edad Media, según los lugareños. Un hombre alza la bandera blanca y otro la negra. Tras una lucha que se pone en escena gracias al bandeo, se hace público que gana el Bien, recreado para la ocasión con lo impoluto: el blanco. Sale entonces el ángel que quitará el manto negro a la virgen y que anunciará, desde un arco decorado para la ocasión con flores de temporada, la buena noticia.

Ese año fue la niña de padre piantonés Adriana Pérez la encargada de quitar el manto negro a la virgen y de decir "Aleluya". Una palabra sonó hasta cuatro veces de su boca. Poco después, se soltaron las palomas y, a continuación, salió la procesión que recorrió 400 metros. "Es algo familiar y que esperamos que perdure", dice Lourdes Fernández, una de las vecinas que forma parte de la organización. Ella es también la persona que anuncia la creación de una cofradía para que esta tradición tenga continuidad.

Desde hace varios años, son las mismas personas las que hacen posible esta escena religiosa única en Asturias. Jimena Rodríguez es otra de las mujeres que contribuye con su trabajo a que Piantón sea referencia de las semanas santas asturianas. Durante la procesión, esta mujer guía a los niños y está pendiente de que todo suceda según un guión muy conocido, pero no por ellos menos trabajado cada año. "Es una tradición; la nuestra", dice para enfatizar el papel que juega el bandeo de pendones en Piantón.

En Vegadeo, se conoce que este acto es posible gracias a la unión de los vecinos. Precisamente el grupo de percusión de "A Folixa" se animó este año a participar para "hacer algo por el pueblo". Lo dice Alberto Lombardía quien junto a otros siete músicos se colgó el tambor para poner música de procesión al paso de la Virgen y del Santísimo. Y si no fallan las previsiones ni las intenciones, el año que viene volverán. "Siempre hay que colaborar", dice.