Castropol podrá desarrollar con todas las garantías el quinto Festival de la ostra del Eo, ya que el producto reservado para la cita, que llevaba quince días en la depuradora de Castropol, está libre de biotoxinas. No ocurre lo mismo con los moluscos que crecen en la ría: los últimos análisis efectuados en la ostra han dado positivo y el estuario se mantendrá cerrado por marea roja al marisqueo de bivalvos.

"Por los resultados obtenidos hoy (por ayer), la ría permanece cerrada hasta nuevos controles, pero el lote estabulado presenta ausencia total de biotoxinas y se puede comercializar", anunció ayer a media mañana la bióloga responsable del Centro de Experimentación Pesquera de Castropol, Carmen Rodríguez. La noticia alegró a las dos empresas que cultivan ostras en el Eo -Acueo y Ostrastur- que se pusieron de inmediato a trabajar para realizar envíos pendientes a sus clientes e iniciar los preparativos del festival gastronómico "Somos la ostra", que se inaugura el sábado. También mostró su satisfacción el Alcalde de Castropol, José Ángel Pérez: "El consumo está garantizado y el festival va para adelante".

Carmen Rodríguez explica que no se permitió antes la comercialización de este lote estabulado hasta certificar su buen estado con un segundo análisis. No obstante, precisó que esta partida se extrajo de la ría antes de que se detectara la marea roja en el Eo. Se trata de un lote de 20.000 ostras propiedad de las dos empresas ostricultoras.

"Por fin todos los resultados dicen que tenemos las ostras en perfecto estado para su consumo", celebró ayer María Antonia Fernández, bióloga de Ostrastur. Indicó además que los consumidores "pueden estar más seguros que nunca porque se hicieron dos analíticas consecutivas y están perfectas para su consumo". Y añadió: "Se pueden comer sin miedo; si no, no nos dejarían comercializarlas".

En la misma línea se expresó el responsable de Acueo, el biólogo Eduardo Martín, que incidió en el hecho de que "los controles son serios y rigurosos y garantizan que las ostras, cuando salen a la venta, lo hacen con todas las garantías necesarias". Y es que el Centro de Experimentación Pesquera de Castropol realiza analíticas semanales sobre los moluscos bivalvos del estuario, controles que se intensifican en situaciones de marea roja.

El Principado decretó el cierre cautelar de la ría el pasado jueves al detectarse niveles de biotoxina más altos de lo habitual en el análisis realizado sobre el mejillón, el molusco más sensible en estos episodios de marea roja. Sin embargo, el mejillón no dio positivo y tampoco lo dio la ostra en el segundo análisis realizado, que se conoció el lunes. El tercer control (segundo para la ostra) sí que dio positivo, según los datos enviados ayer por el Instituto Tecnológico para el control del medio marino de Galicia (Intecmar), de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra).

Así las cosas, la ría del Eo permanecerá cerrada al menos durante toda la semana. La razón es que cuando se registra un positivo por marea roja, el estuario no se puede abrir hasta que se obtengan dos análisis negativos consecutivos. La próxima muestra podría enviarse a Pontevedra entre finales de esta semana y principios de la próxima.

Las mareas rojas, que se llaman así por el color de las microalgas que las provocan, son fenómenos totalmente naturales e inocuos para el medio marino. El problema es que las toxinas de estas microalgas afectan a los humanos que consumen los bivalvos, de ahí que haya que extremar los controles. Cuando desaparece la toxina, el molusco se puede comer sin riesgo.