El futuro, a la vuelta de la esquina, traerá avances maravillosos, casi mágicos. Un móvil que se carga con la luz solar, un médico que vive en la "nube" digital y coches que circulan con la energía eléctrica que captan directamente de la carretera. Son los adelantos que están por venir, gracias a la tecnología que se desarrolla en estos momentos en los laboratorios punteros del mundo.

Amador Menéndez, investigador del Instituto de Materiales de Asturias, adelantó ayer en Luarca algunos de los avances futuros y animó a los escolares a dejarse prendar por la investigación: "Los grandes descubrimientos científicos son protagonizados por gente joven. Vosotros sois los que tenéis que hacer realidad esta nueva tecnología", afirmó ante alumnos de Luarca, Pravia y Navia, en la primera ponencia dentro de la Semana Cultural "Severo Ochoa" que impulsa el instituto valdesano.

Sobre la figura del premio Nobel, Menéndez quiso destacar su carácter ejemplificador: "Os debe servir de modelo el que una persona cercana a vosotros, vecina vuestra, haya llegado a conquistar tantos hitos científicos".

En su "viaje al futuro", Amador Menéndez se "asomó" a los laboratorios en los que se avanza el futuro, con adelantos que en unos años serán de uso cotidiano y que cambiarán la vida de millones de personas. Habló de la nanotecnología y de cómo esta ciencia permitirá crear pinturas que capten la luz del sol y la conviertan en energía eléctrica. "Se podrá aplicar en las ventanas de las casas para convertirlas en generadoras de electricidad, o en los móviles, para que se carguen con la luz solar", explicó.

También se quiso detener el investigador y divulgador en la piezoelectricidad, aquella que se genera a través de la presión, y cómo se podría aplicar también en teclados y pantallas; o en el transporte inalámbrico de electricidad, muy útil para el desarrollo de coches eléctricos que correrán sobre las carreteras del futuro, sin cables de carga.

Los avances también llegarán a la sanidad, donde se podrán cargar los marcapasos sin necesidad de intervenir al paciente, o se insertarán en el cuerpo sensores conectados a la nube, donde un algoritmo permitirá anticiparse a los infartos. Como ejemplo de este afán de adelantar el futuro, Menéndez destacó a Hugh Herr, mundialmente conocido por su trabajo en biomecánica, y una de sus frases: "No hay seres humanos discapacitados, sólo tecnología discapacitada".