El Hospital de Jarrio cuenta con un índice de episiotomías muy por debajo de la media asturiana. Se trata de una incisión en la zona perineal de la mujer, para favorecer el parto. Su número por cada cien nacimientos se utiliza como un indicador de la calidad de la asistencia sanitaria, y en Jarrio es la mejor de la región: 19 por ciento en 2017, mientras que la de Asturias fue de 35 por ciento. Es uno de los datos que se desvelaron ayer en el centro del Noroccidente, donde se celebró el Día Mundial de la Enfermería con ponencias y coloquios sobre la profesión.

Olivia Santiago, matrona en Jarrio, asegura que la clave del buen funcionamiento del servicio es haber logrado "un gran equipo de profesionales" que camina con paso firme para lograr los mejores resultados a la hora del nacimiento. "El del parto es un proceso en el que intervienen un gran número de profesionales", asegura. Además de calidad y seguridad, es necesario fomentar la "calidez". "Se trata de facilitar el protagonismo y la participación de las mujeres en su proceso de parto y nacimiento", añade. La última medida, favorecer el acompañamiento de las mujeres durante las cesáreas programadas, una iniciativa "con una gran acogida". El sector de la enfermería en el área del Noroccidente "goza de muy buena salud", destaca, por su parte, Sonia Álvarez, directora de Gestión de Cuidados y Enfermería del área.

En la comarca, explica, ha descendido la población hasta rondar las 40.000 tarjetas, pero el paciente también ha cambiado: "Hay muchos pacientes crónicos, de avanzada edad, que necesitan más cuidados", apuntó Álvarez. Los 174 profesionales de la enfermería cubren esta demanda, además de investigar.