La facilidad de los vaqueiros para relacionarse con otras culturas y otros mercados, "adquirida de forma temprana" por su carácter trashumante, fue uno de los factores que favorecieron su diáspora. Otro elemento clave fue el refuerzo de los señoríos con la llegada de los Reyes Católicos y el estado moderno, que aumentó la presión sobre el territorio, forzando su movimiento. Durante siglos, desde la Edad Media hasta hace bien poco, los vaqueiros se expandieron por todo el país, estableciéndose principalmente en Madrid, pero también por medio mundo, llegando en gran número al continente americano. De hecho, el pueblo "buckaroo" sigue usando palabras vaqueiras. Estas son algunas de las líneas de estudio que se pusieron en común ayer en El Pevidal, donde se citaron más de un centenar de personas en el tercer Foro de cultura vaqueira.

El Consejo de Cultura Vaqueira fue el encargado de dar forma al encuentro, que se celebró en las antiguas escuelas de la localidad salense. Con la diáspora como tema central, se realizaron encuestas y se ofrecieron ponencias sobre este fenómeno que marcó la trayectoria histórica de este pueblo. "Es una emigración continua, con momentos de más y de menos intensidad, para dedicarse a oficios derivados de la arriería y la trajinería, el transporte de viajeros y mercancías, y del comercio", explica José Feito, presidente del consejo.

"Pensamos que un rasgo destacable es la interculturalidad, la capacidad adquirida tempranamente para relacionarse con espacios de mercado y culturales muy diferentes", dice Feito, que considera que "esta capacidad es lo que tiene potencialidad en el presente y en el futuro". La diáspora fue tal que, a día de hoy, "hay más vaqueiros en Madrid, o en Nueva York o La Habana que en Asturias", dedicándose a trabajos "casi siempre como autónomos, en las antiguas carbonerías, o en comercios y hostelería".

Un ejemplo claro de esa diáspora es la existencia del pueblo buckaroo en el corazón de Estados Unidos, que, a tenor de las pruebas recabadas por Amable Concha, tiene su origen en emigrantes vaqueiros al continente americano. Ayer presentó nuevas pruebas que sostienen esta teoría: "Hemos presentado el último descubrimiento: en la biblioteca del Congreso de Estados Unidos hay un documento en el que se demuestra que buckaroos de apellido americano siguen utilizando palabras vaqueiras. Llevan las vacas atadas con una 'riata' y 'de ramal', por ejemplo", especifica Concha. Esto llevará a nuevas líneas de investigación para relacionar esta comunidad americana que engloba a unas siete mil personas, y que se extiende por seis estados del centro del país. "Queremos seguir profundizando en esa relación", afirma el investigador.

Este tercer foro ha servido también para poner de manifiesto el interés por unir a todo el pueblo vaqueiro, estableciendo "lazos de cooperación" y lograr así "proyectos de gran alcance". Entre ellos, celebrar el primer congreso mundial del pueblo vaqueiro, para reunir a toda la diáspora. Los Ayuntamientos de Tineo y Salas mostraron toda su colaboración.