Luis Fernando Alonso Sierra, natural y vecino de Cudillero, es el director del Parque Natural de Somiedo desde 2016. Un destino que le hace muy feliz pues fue la única plaza en un parque natural que solicitó este funcionario del Principado de Asturias, ingeniero agrónomo de carrera y enamorado del concejo desde que lo conoció con 19 años. "Es un territorio que te atrapa, sólo quería ser director del Parque Natural de Somiedo", afirma.
- Defina en cuatro palabras el Parque Natural de Somiedo.
-Convivencia, naturaleza, ganadería y etnografía.
- El trigésimo aniversario está sirviendo al concejo para mirar atrás y hacer balance de cara al futuro, ¿cuál es la base de su desarrollo?
-Este aniversario es un buen momento para reflexionar sobre lo que se hizo hasta ahora y definir las nuevas líneas de futuro, pero sin perder de vista la esencia de lo que es Somiedo. Es un territorio que apuesta por la conservación de la naturaleza, que ya da sus frutos, y tiene que seguir siendo igual en los próximos años.
- ¿Cuál es el principal reto que afronta el Parque?
-Hay una cosa que me preocupa mucho en las zonas de montaña, que es la despoblación, la pérdida de efectivos jóvenes y el envejecimiento de los habitantes. El objetivo que hay que perseguir es dar un futuro a la gente que quiera quedarse, no retenerlos, sino darles oportunidades de trabajo en el medio rural, y para eso tenemos que trabajar.
- ¿Cómo se podría revertir esta situación?
-Es necesario mejorar la comunicación de las zonas de montaña y, entre ellas, favorecer el comercio de proximidad e implicar a todos los sectores para conseguir una potencialidad productiva. No hay ninguna envasadora de miel, ni quesería ni industria cárnica. Ni transformación ni comercialización. Es necesario establecer uniones, cooperativas, incluso con otros territorios similares o próximos. Y tenemos que tener más facilidades con las comunicaciones tecnológicas, que aportan a las zonas rurales las mismas ventajas que a las zonas urbanas. Tenemos que trabajar en vender productos y servicios en cooperación.
- ¿Cómo contribuirá a la conservación la nueva regulación autonómica del avistamiento de fauna salvaje, que fue anunciada, precisamente, en la presentación de los actos del aniversario del Parque?
-Puede ayudar a evitar problemas de conservación con algunas especies. No será muy distinto de lo que se hace ahora mismo en el Parque Natural, es decir, potenciar una red de puntos de avistaminto que no provoquen molestias y generar servicios ordenados de acceso y aparcamiento. También evitar las zonas donde se pueda generar una molestia, como las zonas de uso restringido especial. La regulación irá en ese sentido y se está haciendo bien, el problema mayor lo estamos viendo en las zonas que no son parque natural, como Proaza y la provincia de León.
- El oso es un emblema del Parque y su protección fue uno de los motivos de su creación, ¿en qué estado se encuentra la especie?
-Se constata que sigue en peligro de extinción, pero con un área de distribución muy amplia. Poco a poco está recuperándose, aunque no es un proceso rápido; pero si en los años ochenta no se podían ver, hoy en día hay cuatro empresas de avistamiento y los que se ven, se pueden observar desde los mismos pueblos con prismáticos. Ahora es rara es la persona que viene a Somiedo y no ha visto un oso. Somiedo es el único sitio de Europa donde se puede avistar fauna salvaje sin interacción humana, en Rumanía también se hace pero los alimentan. Somiedo es la naturaleza salvaje a una hora del aeropuerto.
- En cuanto a las líneas de futuro del Parque, ¿qué deberían abordar?
-Deberíamos establecer estrategias que permitan la conservación de todo el patrimonio etnográfico que tenemos en Somiedo porque es tan impotante como el natural. Al final, el turista se queda con el todo que ofrece Somiedo: paisaje, observación de fauna y, también, las cabañas de teito. Es la parte más importante a potenciar y entre todos hay que pensar cómo podemos conservar ese patrimonio porque corremos el riesgo de que en otros treinta años se pierda muchísimo y sería un auténtico desastre.
- La gandería ha sido y es uno de los principales sectores de desarrollo del Parque, ¿qué retos afronta?
-Es un sector maduro y muy profesionalizado, basado únicamente en el ganado vacuno de carne, y hoy Somiedo es una potencia exportando vacas. Creo que debemos apoyar las estructuras que hay, y seguir manteniendo y mejorando la calidad de vida de los ganaderos. Y, pensando en el futuro, creo que habría que empezar a hablar de la diversificación a largo plazo, es decir dar una segunda fase a la ganadería a través del desarrollo agroalimentario, que a día de hoy no hay en Somiedo.
- El Parque Natural trabaja muy de cerca con los niños de Somiedo, ¿qué importancia tiene esa actividad educativa?
-Trabajamos la educación ambiental mucho y lo hacemos a través del colegio público Álvaro Flórez Estrada. Me implico todo lo que puedo porque creo que son la generación del futuro de Somiedo y tenemos que trabajar por ellos porque van a recoger el testigo y seguir con ésto hacia delante. Quien quiera quedarse a vivir aquí, que tenga la posibilidad.
- ¿Qué importancia tendrá el Parque Natural en el futuro respecto del cambio climático?
-Se nos puede presentar un escenario en el que estas zonas van a ser importantes generadores de servicios ecosistémicos y van a actuar para mitigar el cambio climático. Y serán escenarios en los que se puedan dar estrategias que aúnen conservación y desarrollo.
- ¿Por dónde pasa el futuro del turismo?
-Debemos alejarnos de modelos de turismo productivistas, que hay en otros sitios pero que, masificados, puedan hacer perder la identidad de Somiedo, que es la conservación y el desarrollo sostenible.
