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El estudio de la genética confirma el aislamiento de la comarca durante siglos

"El análisis de las mutaciones relacionadas con el cáncer permitirá recomendar medidas de prevención", asegura Milagros Balbín

Milagros Balbín, durante la exposición de ayer en Navia. G. GARCÍA

Los investigadores han logrado detectar hasta ocho mutaciones genéticas diferentes relacionadas con el cáncer de mama y de ovarios propias de Asturias y que no han sido descritas en otras poblaciones anteriormente. Seis de ellas son las causantes del 50 por ciento de los casos documentados en Asturias de cáncer familiar, y hay zonas de especial relevancia. Es el caso de la comarca de Oscos-Eo, donde se ha detectado una mutación en particular, presente en varias familias. Lo mismo sucede en la comarca vaqueira y en la zona del Camín Real de la Mesa. Así lo señala Milagros Balbín Felechosa, jefa de servicio del Laboratorio de Oncología Molecular del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Los datos fueron presentados ayer en Navia, en un encuentro impulsado por la Fundación Caja Rural de Asturias, que aporta financiación a este órgano investigador.

Todo indica que cada una de estas mutaciones que afectan a unos genes concretos, y que pueden revelar la presencia de la enfermedad, tiene su origen en un individuo que vivió varias generaciones atrás y, a través de la transmisión por herencia, ha llegado a estar presente en varias familias. La falta de comunicaciones que mantuvo aisladas estas comarcas ayudaría a concentrar las mutaciones en un espacio geográfico específico.

"Estamos calculando la edad que pueden tener estas mutaciones. Es algo llamativo, que nos indica que estas poblaciones de la comarca occidental han estado aisladas del resto de la región durante muchos años, y que no han tenido mucha relación, por eso se concentra geográficamente", explica Milagros Balbín, que también quiere dejar claro que portar estas mutaciones no supone necesariamente padecer la enfermedad: "Sirve para recomendar unas medidas de prevención a las personas que manifiestan esta mutación, porque la aparición del tumor depende, además, de otros factores, como pueden ser los ambientales".

Tal y como apunta Balbín, doctora en Biología por la Universidad de Oviedo, el conocimiento de estas mutaciones genéticas permitirá mejorar la detección de los casos en la comarca. "Puede ayudar a personas de estas zonas en las que son tan frecuentes las mutaciones que no cumplan criterios estrictos para pertenecer a grupos de riesgo y que no tendrían por qué someterse a pruebas. Sí se les podría hacer este estudio conociendo su procedencia", añade la doctora.

Durante la sesión se expuso el trabajo que desarrolla el Laboratorio de Oncología Molecular, en funcionamiento desde 2005, y que ha analizado hasta 25.000 muestras en sus investigaciones. Su objetivo es buscar y analizar los marcadores biológicos del cáncer. Conocer esas mutaciones en el ADN de las células es de gran utilidad a la hora de diagnosticar la patología, predecir la respuesta a determinados tratamientos, y hacer un seguimiento de la enfermedad. Balbín explicó que actualmente este tipo de investigación está viviendo "una revolución", y que "habrá importantes avances" en los próximos años.

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