Boal recuperó ayer el Penedo Aballón, símbolo del concejo y orgullo de sus vecinos. Esta gran roca de granito de 18 toneladas que se encuentra en la sierra de Penouta ha vuelto a su lugar original gracias a la Sociedad de Amigos del concejo, después de sufrir un acto vandálico en 2001: unos desconocidos lograron desprenderla de la roca en la que descansaba y tirarla abajo.

Para poder devolverla a su lugar de origen en sus mejores condiciones, en Boal han llevado a cabo un gran trabajo. "Para nosotros es un símbolo y este es un día muy emotivo", dijo el presidente del colectivo, Miguel Mojardín. La recuperación consistió en darle la vuelta a la piedra para hacer un agujero en el que encajar un agarre de metal que frene un nuevo desprendimiento.

La instalación en Penouta conllevó un gran despliegue de operarios y maquinaria, lo que obligó a mejorar el acceso. Una gran grúa fue la encargada de colocar el Penedo Aballón (la piedra oscilante, en gallego asturiano).

El de ayer es el primer paso para recuperar esta zona, según Mojardín, que avanzó otras actuaciones, como la instalación de bancos y meses y nueva señalización y la mejor recuperación del camino de acceso. El Penedo Aballón es destino de toda la vida de una ruta entre los boaleses, que lo describen como un "lugar mágico" por el que han pasado generación tras generación. Así, cuando el proyecto esté concluido, "habrá fiesta por todo lo alto", avanzan.