Convertir las ruinas de la antigua cetárea de Puerto de Vega, en la zona de La Atalaya, en una piscina natural que sume un atractivo más a esta localidad turística es la actuación que plantea un grupo de vecinos, que consideran que la instalación se ubica "en un paraje impresionante" de la costa naviega y que su recuperación como zona de baños sería "un gran aliciente para vecinos y visitantes". Ponen como modelo la piscina natural creada en Tapia, en una instalación similar, y buscan el apoyo de la población local para que las administraciones escuchen y valoren su propuesta.

La iniciativa, que ya ha recogido dos centenares de firmas, acaba de ver la luz, y tratará de llegar a los órganos competentes en la materia para que estudien la viabilidad de esta operación, que se ve como "un gran revulsivo" para la zona. También hay un componente emocional, pues antaño la cetárea era una zona muy frecuentada por los niños y los jóvenes del entorno, y su estado actual genera "gran tristeza".

"El planteamiento es similar a lo que ya tienen en Tapia. Sería rehabilitar la antigua cetárea como zona de baños y restaurar el entorno. Creemos que sería una manera de darle más atractivo a Puerto de Vega, y también a la travesía de la costa naviega, que transcurre justo por allí", explica José Antonio Martínez, uno de los promotores de esta petición.

"La zona de la costa del Occidente tiene mucho potencial, y creemos que es una oportunidad única para sacarle partido", añade, consciente, no obstante, de la dificultad que entraña el plan: "Sabemos que habrá que poner de acuerdo a varios organismos, pero confiamos en que sea posible. Vemos el caso tapiego, donde han logrado disponer de una zona preciosa", apunta, al tiempo que subraya la necesidad de aunar fuerzas entre todo el sector turístico y la vecindad para lograr avances en la materia.

Además, dentro de esta petición se incluye la adecuación de una acera peatonal que comunique Puerto de Vega con el arenal de Frexulfe, una zona muy frecuentada por los vecinos de la localidad. Hasta la fecha, tan sólo hay un paso para peatones hasta el núcleo de Soirana, por lo que restaría algo más de un kilómetro para llegar a la playa.

"Es una actuación necesaria, puesto que se trata de un recorrido que realizan muchos vecinos, sobre todo en el verano, y ahora conlleva bastante riesgo por el tráfico. Esperamos que nos escuchen y que se actúe", afirma José Antonio Martínez.