El Ayuntamiento de Tapia ha adjudicado en unos 3.000 euros la obra para cambiar el curso del río que atraviesa la playa de Serantes. La actuación, necesaria para facilitar tanto el acceso rodado como peatonal a la playa comenzó el jueves y quedó lista ayer.

Es habitual que los temporales de mar del invierno modifiquen el cauce y, según el movimiento de arena que se registre, el consistorio puede corregirlo con sus propios medios o se ve obligado a subcontratarlo, como fue el caso. En 2016, los empleados municipales se ocuparon de devolver el río a la margen izquierda de la playa, el año pasado no fue necesario actuar, y en esta ocasión una empresa privada se ocupó de la obra, movilizando unas 2.000 toneladas de arena.

El cauce se había desviado este año a la derecha del arenal, discurriendo pegado al acceso principal a la playa. En este sentido, impedía el acceso peatonal por este punto y también la entrada de la maquinaria de limpieza.

Los trabajos, condicionados por las mareas, se desarrollaron con relativa rapidez, gracias en parte al mal tiempo que permitió trabajar sin molestar a los bañistas. Primero se abrió el cauce por la zona oeste del arenal y, a continuación, se rellenó el río antiguo con la propia arena de la playa. Se aprovechó la actuación para rellenar la rampa y la escalera del acceso principal, que habían quedado en el aire después del invierno.

El concejal de Obras, Guzmán Fernández, explica que los trabajos no se hicieron antes porque se estaban tramitando los permisos pertinentes. La Demarcación de Costas respondió con rapidez, autorizando la obra, pero se retrasó el visto bueno de la Dirección General de Biodiversidad. Este último organismo debía dar su autorización por estar incluido el arenal de Serantes en la Red Natura 2000.