La renuncia de José María Álvarez Rosón (PSOE) a la alcaldía de Degaña se hizo oficial ayer, en la celebración de un pleno extraordinario cuyo único punto de la orden del día fue dar cuenta a la corporación de la dimisión del Alcalde. Una decisión que él mismo había anunciado a finales de mayo por motivos laborales, pero que, sin embargo, no se hizo efectiva hasta el día de ayer.

En este momento, comienzan a correr los 10 días que el Ayuntamiento tendrá para convocar un nuevo pleno en el que se investirá al nuevo alcalde o alcaldesa.

Desde el 4 de junio, la concejala socialista Araceli Soárez es la alcaldesa en funciones. No obstante, hasta ahora no ha querido avanzar si será ella la candidata de su formación a ser investida como nueva alcaldesa.

Son los socialistas los que mantienen la fuerza mayoritaria en el consistorio, con tres concejales, contando que José María Álvarez Rosón tiene la intención de mantener su acta de edil. Sin embargo, durante todo el mandato las desavenencias del que era el alcalde con los concejales de su grupo han sido constantes hasta el punto de romper el equipo de gobierno en septiembre del año pasado, siendo el principal apoyo de Álvarez Rosón para sacar adelante iniciativas y los presupuestos, tanto de 2017 como de 2018, los concejales de IU y de Foro.

La corporación degañesa está compuesta por los tres concejales de PSOE, dos de IU, dos de PCPE, uno de Foro y otro de PP. Para la investidura de Álvarez Rosón, en junio de 2015, las demás fuerzas del Ayuntamiento decidieron dejar que gobernase la candidatura más votada y se abstuvieron. Una situación que tendría que volver a repetirse en esta nueva investidura para que el PSOE continúe al frente del Ayuntamiento de Degaña.

A pesar de que Álvarez Rosón mantiene su acta de concejal, no acudió al pleno de ayer. Según explicó en el momento de anunciar su renuncia, los motivos laborales fueron los que le llevaron a tomar la decisión, ya que su trabajo se encuentra en Madrid.