El colegio público Maestro Casanova y las piscinas climatizadas han sido los edificios municipales más afectados por la onda expansiva provocada por la explosión de voladores que se produjo la noche del 21 de julio, víspera de la celebración de Santa María Magdalena en Cangas del Narcea. El incidente, que causó una veintena de heridos leves, provocó numerosos desperfectos en inmuebles de la villa, siendo los más afectados los que estaban dentro del perímetro del Prao del Molín, desde donde las pirotecnias disparan las tiradas y el lugar en el que se produjo la deflagración.

En esta semana los peritos del seguro del Ayuntamiento estuvieron realizando valoraciones en los inmuebles dañados. Entre ellos, el que más preocupaba era el colegio público Maestro Casanova. Según informó el alcalde, José Víctor Rodríguez, en sesión plenaria a preguntas del PP, su arreglo se ceñirá prácticamente al cambio de ventanas, ya que en su interior se puede encontrar tan solo algunos desperfectos en las puertas y falsos techos. Por ello, Rodríguez está seguro de que para el inicio de curso el edificio estará listo para recibir a los docentes y al alumnado. "Tenemos algún presupuesto de empresas locales que enviaremos a la Consejería de Educación", apuntó Rodríguez.

Más se alargará la restauración de las piscinas municipales. El Alcalde no prevé que puedan arreglarse y abrirse al público hasta principios del año que viene. A pesar de que los técnicos no han encontrado daños estructurales ni en el tejado, los desperfectos sí afectan a prácticamente todo el edificio.

"El arreglo va a llevar mucho más tiempo, están afectados los vestuarios, la sauna, el gimnasio, hay que revisar la instalación eléctrica y los conductos del agua; los vasos y la maquinaria es lo único que está bien", explicó. Dada esta circunstancia, el Ayuntamiento se plantea utilizar el arreglo de la piscina para hacerle una modificación y abrirla al uso veraniego. "Aprovecharemos para hacer una puerta corredera en la piscina para poder utilizarla en verano y que no sea un edificio cerrado todo el año", apuntó el regidor.

Otros edificios públicos como la Escuela Taller, el colegio del Fuejo y el propio Ayuntamiento también presentan desperfectos, en general rotura de ventanas y cristales. Mientras tanto, la oficina de la Policía Local ha recogido durante toda la semana más de 500 denuncias de los vecinos y negocios afectados por la explosión. Ventanas y escaparates han sido los daños más presentes; no obstante, también se han denunciado problemas en carpinterías, falsos techos, incluso destrozos en cocinas. Todas estas denuncias están sirviendo a los afectados para hacer las reclamaciones a sus seguros privados, empresas que luego se encargarán de reclamar a la aseguradora que deba hacerse cargo del pago de los desperfectos el reembolso de los arreglos. El próximo martes el Ayuntamiento se reunirá con su propio seguro, el de los tiradores, el de la pirotecnia y las tiradas para aclarar quién debe asumir la responsabilidad. Además, por su parte, algún seguro privado ha contratado una empresa para realizar una investigación sobre lo ocurrido en la tirada.