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Los furtivos esquilman la costa del Occidente en "bandas organizadas"

"Son verdaderos delincuentes", estallan los agentes de Vigilancia Pesquera, que no se sienten respaldados en los Juzgados

Percebes incautados a los últimos furtivos interceptados. REP. G.G.

"Nuestra situación es muy complicada; estamos muy expuestos, nos jugamos la vida constantemente y no somos bien tratados en el Juzgado. Las cosas tienen que cambiar, pero de verdad". Así de rotundo se expresa uno de los agentes de Vigilancia Pesquera, con base en Luarca, que lucha contra el furtivismo en el litoral del occidente de Asturias. Estos efectivos estallan y manifiestan estar "muy cansados" de verse las caras directamente con "bandas organizadas" que esquilman la costa, haciendo esperas "infinitas y a horas intempestivas" para luego ver cómo aquellos que sorprenden burlando la ley se escapan también en los tribunales. "Estamos hablando de verdaderos delincuentes", advierten.

La gota que ha colmado su paciencia, la última "captura" de un furtivo, se produjo en la madrugada del viernes pasado, en torno a la una, cuando Vigilancia Pesquera sorprendió a dos furtivos en la zona de Las Llanas, en Cudillero, con 45 kilogramos de percebe, extraído de forma totalmente ilegal. Se decomisó el crustáceo, que fue entregado en la Cocina Económica de Gijón, así como todo el material utilizado.

"Se trata de furtivos conocidos, que también trabajan la angula y que no se cortan a la hora de actuar. Uno de ellos tiene cincuenta causas pendientes", explican los agentes, que tras detectar unas tenues luces en la costa realizaron una operación de espera y, con apoyo de la Guardia Civil, procedieron a sorprender a los ilegales. Uno de ellos logró escapar, aunque fue igualmente identificado.

No es un caso aislado. Hace apenas dos semanas, los mismos vigilantes descubrieron a un pescador furtivo en Los Negros (Oviñana), con 45 kilos de pescado, 7 de percebe y un puñado de centollos. El goteo es incesante, cada vez se repite con más frecuencia y la Justicia, a entender de los agentes, no colabora con la causa. "Hace unos días perdimos un juicio porque los demandados presentaron dos testigos falsos, a pesar de que fueron descubiertos con las manos en la masa; nos vemos muy solos y necesitamos apoyo", reclama Vigilancia Pesquera.

"Estamos ante auténticas bandas organizadas, que reparten el trabajo y concretan cada detalle. Y ya estamos cansados de esta situación", dicen. Explican que su trabajo se ha vuelto más peligroso, con esperas de horas y horas en los acantilados, casi siempre por la noche, entre la maleza y "en muy malas condiciones".

Y todo ello, para enfrentarse a "verdaderos delincuentes, que van en parte armados, porque la bistronza puede herir", y a pesar de que muchas veces cuentan con el apoyo de la Guardia Civil, en otras tienen que hacer frente en solitario. "En muchas ocasiones, los furtivos son personas violentan, que no respetan nada. Nosotros tenemos que cuidar nuestra vida particular, porque esta gente nos conoce, saben quiénes somos", añade el agente, que reconoce haber temido por su vida.

Es por todo ello por lo que reclaman más apoyo por parte de las autoridades políticas y judiciales, y también por parte de los propios pescadores, para los que trabajan. "En ocasiones tenemos problemas con ellos, y no procede. Todos deben dar un paso al frente y tomar medidas duras en esto", rematan.

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