El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) ha abierto una investigación para esclarecer las razones de un vertido incontrolado de hidrocarburos registrado a principios de semana en la red municipal de saneamiento de El Franco. La propia alcaldesa franquina, Cecilia Pérez, puso los hechos en conocimiento de los agentes tras la alarma de los vecinos, que se quejaron de un fuerte olor en la zona de acceso al puerto de la localidad.

Pérez explica que el problema se detectó el lunes, cuando los vecinos llamaron al 112 alarmados por un fuerte olor y creyendo que se trataba de un escape de gas. Los bomberos movilizados a la zona realizaron las pertinentes mediciones para certificar que no se trataba de ningún escape y que no había ningún riesgo para la ciudadanía.

"Los bomberos echaron una cuba de agua a la red, lo que alivió los olores ese día, pero el martes volvió a pasar lo mismo", precisa Pérez, que decidió contactar con los responsables de la depuradora para descartar alguna incidencia y también dar parte de la situación a los agentes del Seprona.

Toda vez que los encargados de la depuradora constataron que era un problema ajeno a estas instalaciones, el Ayuntamiento decidió realizar una revisión de toda la red propia de saneamiento, desde el polígono de Novales hasta abajo, y tampoco se detectó ningún problema. Incluso revisó la zona de la gasolinera por si se hubiese producido algún vertido, lo que quedó descartado.

"La hipótesis es que se produjo un vertido en la red de hidrocarburos. Sea algo voluntario o involuntario, se trata de una negligencia y hay que esclarecer las causas. Llamé al Seprona para que se tomen las medidas oportunas y se localice el origen del problema", añade la Alcaldesa franquina. Cabe añadir que se localizaron "unas manchas extrañas" en la zona del puerto, aunque no se ha podido certificar que correspondiesen a hidrocarburo.

A la vista de que el olor no termina de desaparecer, el consistorio realizará hoy una limpieza en condiciones en la zona donde se registró el problema, que afectó concretamente a media docena de viviendas. "Vamos a vaciar las fosas y a hacer un lavado con agua a presión. Así esperamos eliminar todos los restos posibles que hayan podido quedar impregnados en la red", explica Pérez.

Una vecina consultada por este periódico indica que el problema no era tanto el mal olor como la preocupación que generaba. "Todo el mundo tenía la sensación de que había algún problema. Era un olor preocupante, como a gas, lo que te daba la sensación de que algo iba a explotar", explicó.

Por su parte, la regidora franquina añade que el problema afectó especialmente al grupo de viviendas ubicadas en la zona de cruce entre la carretera que baja de Mernes y la que viene de la zona alta del pueblo, en las inmediaciones de la Cofradía. "Los vecinos se quejaban de un olor insoportable. En los baños de esas viviendas había un olor terrible".