Santa Eulalia de Oscos despide hoy al maestro navalleiro Antonio Magadán, que falleció en su casa de Brañavella el pasado domingo, a los 87 años de edad. "Se encargó de recuperar el oficio y motivó que hoy siga viva la tradición. Es una gran pérdida para el concejo", expresó ayer el regidor, Marcos Niño.

Magadán comenzó a hacer navajas de forma tardía, una vez que se retiró de la agricultura a los 65 años. Fue entonces cuando decidió reabrir la forja de su abuelo y continuar la tradición familiar elaborando las populares navajas de la marca Luna.

"Fue un referente de la navaja de Santalla", señala el ferreiro afincado en Santalla Friedrich Bramsteidl. "Era un buen vecino y siempre estaba dispuesto a ayudar en lo que podía", añade.

Por su parte, el navalleiro Jorge Toquero le define como un "apasionado" de la navaja. "Siempre ha sido muy amable y ha tenido un gran sentido del humor", indicó.

Magadán, casado con Maruja Trabadelo, no tenía inconveniente en enseñar su método de elaboración de navajas y, de hecho, abría a las visitas a su forja de Brañavella. Solo guardó un secreto: el del temple (el punto exacto en el que la hoja de corte de la navaja está preparada).

El funeral será hoy a las doce y media de la mañana en la iglesia de Santa Eulalia de Oscos.