Izquierda Unida de Asturias exigió ayer más dotación económica para luchar contra el plumero de la Pampa, una especie invasora que llegó a Europa en el siglo XVIII y que se extiende, hasta la fecha sin apenas control, por el norte de España, generando un grave riesgo para los ecosistemas, según los expetos en Botánica.

Los diputados Ovidio Zapico y María José Miranda visitaron los trabajos que se están realizando en Las Dueñas, en el concejo de Cudillero. Zapico exigió "todos los recursos económicos necesarios" para poder erradicar las plantas que pueblan, en conjunto, una gran extensión de la comunidad. IU cree necesaria un partida económica concreta y recogida en los presupuestos del próximo año. "En este caso, el Gobierno del Principado tendrá nuestro apoyo político", indicó el diputado de la coalición de izquierdas.

Zapico también destacó la importancia de "coordinar" las políticas entre las comunidades autónoma de Norte que tienen el mismo problema. "Se necesita la cooperación de todos: de Asturias, Galicia, Cantabria y País Vasco", opinó, al tiempo que reclamó la implicación del Gobierno de España. En este sentido, el diputado indicó que es necesario actuar en terrenos propiedad del Gobierno de la nación. Se trata de zonas cercanas a la red de vías férreas y las autovías. "En realidad, lo que se necesita es un plan nacional para erradicar esta especie", dijo.

La empresa Tragsa es la encargada de eliminar todos los ejemplares de "Cortaderia selloana" en Asturias. En el Occidente asturiano "es imposible determinar el número de superficie afectada", según indicaron ayer fuentes de la empresa. "Lo habitual es llegar a una zona que está marcada y tener muchos más ejemplares de los que esperábamos", añadieron. Además, es complicado llegar a algunas zonas donde se encuentran, lo que obliga a dedicar más tiempo a las tareas de erradicación de las plantas.

Para poder eliminar los plumerois de la Pampa se utilizan desbrozadoras, es decir, se cortan por el tallo, y productos químicos. La planta, dura, "resiste muy bien", indican fuentes de empresa Tragsa, que apuntan a lo complicadas que resultan las labores.

La planta es originaria de América del Sur. Hoy en día, es una plaga en comunidades del Norte como Asturias. Tienen un gran poder para propagarse, lo que trae de cabeza a políticos y técnicos de la administración.

La Consejería de Infraestructuras ordenó el inicio de los trabajos de desbroce el pasado mes. El plan para controlar y erradicar la planta tiene una duración de siete años. Este año, las tareas previstas, según la extensión donde se trabajará, tienen un coste de 440.000 euros.