Un grupo de vecinos de Castropol ha iniciado una campaña de recogida de firmas para pedir a la Delegación del Gobierno en Asturias mejoras para la principal entrada a la capital del concejo desde la Nacional 640. En concreto, reclaman que se reduzca la velocidad en este tramo de 70 a 50 kilómetros por hora y que se pinte un paso de peatones que facilite el cruce peatonal de la vía, y que esté debidamente señalizado con advertencias de peligro que alerten al conductor.
"Es peligroso y arriesgado cruzar esta carretera nacional en esa zona, especialmente para los peatones, debido a la velocidad tanto de los turismos como de los camiones, con grave riesgo para sus vidas", precisa el escrito que están difundiendo los promotores de esta campaña. Ponen además de manifiesto los numerosos accidentes, algunos mortales, que se han registrado en este punto, por el que transitan a diario numerosos vecinos, muchos de ellos personas mayores y niños.
La elevada velocidad por la que se circula en este punto es, a juicio de los vecinos, también un problema para los propios turismos que entran o salen de Castropol: "Han de maniobrar con mucha rapidez para evitar un accidente, y muy pendientes de ambos lados de la vía. Una maniobra en falso, la tensión o la duda del momento y el accidente es casi inevitable", añaden.
Los vecinos ponen de manifiesto que, aunque el grueso del pueblo se ubica al lado derecho de la nacional en sentido Vegadeo, al otro lado se localiza un barrio con mucha actividad donde hay una urbanización con 56 viviendas, un hotel, un edificio de apartamentos y la marquesina donde se espera el autobús.
El escrito formula la propuesta de reducir la velocidad y colocar un paso de peatones, pero los promotores están abiertos a otras ideas de la Demarcación de Carreteras. En todo caso el objetivo, señalan, es "reducir los riesgos actualmente existentes e incrementar dentro de lo posible el nivel de seguridad en este tramo".
No es la primera vez que los vecinos se movilizan por culpa de este punto circulatorio. En 2009 lograron que Fomento desistiera de un proyecto en el que se impedían los cambios de sentido. Los castropolenses consideraban que esta reforma supondría un grave perjuicio para el pueblo. Entonces el gobierno local propuso como solución la construcción de dos rotondas, una a la altura del Peñamar y otra en la zona de San Roque. Sin embargo, nada más se supo de esta idea.
