Todo se conjuró en la jornada de ayer para que Navia disfrutase al máximo de la sidra, la bebida patria por excelencia, y una de las protagonistas del verano en la localidad. Centenares de personas, aprovechando el buen tiempo reinante, abarrotaron la dársena del muelle para disfrutar con el brebaje de once llagares diferentes, en lo que se ha convertido ya en toda una tradición dentro de los festejos patronales. El festival de la sidra "Villa de Navia" repitió, en su mayoría de edad, el éxito que lo ha consolidado en el calendario de la comarca.

Los preparativos dieron comienzo bien temprano, con la instalación de los puestos y el "photocall", una de las novedades que ha querido implantar la nueva dirección del festival, y el recorrido que realizaron, por los diferentes chigres de la villa, grupos corales y de gaitas, animando el vermú.

Ya entrada la tarde, la cita se trasladó a la dársena, donde una docena de escanciadores se turnaron para repartir en culines unas dos mil botellas de sidra. Desde este punto del Occidente se quiso manifestar "todo el apoyo" para la candidatura de esta bebida a ser Patrimonio de la Humanidad.

Mas allá de la propia sidra, el festival es una de las primeras grandes citas de los festejos patronales de Navia, que llegarán la próxima semana. "Es un día especial, en el que todos los naviegos que están por el mundo regresan, y uno ve a amigos y conocidos que lleva mucho sin encontrarse", apunta Fernando Fernández, uno de los miembros del colectivo organizador. La música de "Tejedor" y de la bandina "Los Gascones" animaron hasta bien entrada la noche la cita, antesala de las grandes fiestas de la semana próxima.